Lewis Hamilton celebró junto al plusmarquista Usain Bolt el triunfo que
da el campeonato de constructores a Mercedes y le pone a tiro de piedra el de
pilotos
Mercedes ya ha añadido a su palmarés otro título más de constructores.
Sin duda, es el equipo dominador de la era híbrida, el que marca
diferencias, el que parece estar pasando por un legado que no tendrá fin
alguno. Pero si Mercedes ya ha estampado su firma, poco le queda a Lewis
Hamilton para hacerlo. Le basta con hacer un quinto en México para
levantar su cuarta corona.
Vettel le robó la cartera en la salida, y aunque Hamilton tenía
mucho más ritmo, esperaba en él a alguien más conservador, a alguien que no
intentaría el adelantamiento en pista para no arriesgar el botín que tenía en
el bolsillo y trataría de ganar la carrera por estrategia. Puesto que si hay
alguien que tenía que asumir los riesgos, ese era “Seb”. Y nada más lejos de la
realidad, Hamilton nos ha demostrado
en innumerables ocasiones que cuando se pone el casco, se olvida de la tabla clasificatoria y que es un inconformista que un
segundo no le vale, quería ganar y encima quería hacerlo con brillantez,
trabajándose un adelantamiento.
De ahí en adelante, monólogo de “Hammertime” y nuevo
espectáculo en forma de remontada de Max
Verstappen. Sin necesidad de ir a estrategia cambiada, llegó a la altura de
podio y en una última vuelta épica, consiguió
el adelantamiento de la polémica, ese que le encumbraba y a la vez le hundía en
forma de sanción al interpretar la FIA que excedió la pista para hacerlo.
Horas después de la carrera, aún sigue coleando ese debate y probablemente es
de esas maniobras que hay que verlas miles de veces, analizarla al detalle y
juzgarla como es debido.
Un poco más atrás, vemos a un Bottas perdiendo fuelle desde que se
confirmó su continuidad en Mercedes. Ya no es aquel Bottas que complementaba el
trabajo de Hamilton y si ha podido salvar algo más es gracias a la avería mecánica de Ricciardo cuando en
estrategia ya le tenía ganada la posición.
También protagonista este fin de
semana ha sido Carlos Sainz Jr en su
debut con Renault. Séptimo y luchando por un sexto con Ocon demostrando más
en una carrera que Jolyon Palmer en todo 2017. Las comparaciones con Hulkenberg
no proceden ya que el alemán no ha tenido un buen fin de semana y probablemente
su sanción en calificación le hizo no forzar en ese aspecto. Por lo que el
duelo real tiene que llegar en su primer Round
en el Hermanos Rodríguez.
También debutante era Brendon Hartley pero en condiciones más
complejas. Suplía a un Pierre Gasly que optaba por ir a Japón a bregar por el
título de la Superformula. El tifón suspendió la prueba y al final ni cetro ni
Fórmula 1. Por lo que el bueno de Brendon, confirmado también para suelo
Mexicano en detrimento de Kvyat, proseguirá su adaptación.
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