sábado, 2 de septiembre de 2017

Charlie Whiting mata la belleza de la Fórmula 1

El director de carreras de la FIA, Charlie Whiting ha vuelto a estar en el ojo del huracán después de paralizar durante casi tres horas la calificación del Gran Premio de Italia por la lluvia (FOTO:www.fia.com)

Lo reconozco, no he podido ver la calificación completa del Gran Premio de Italia. Había obligaciones más importantes que cumplir más allá de las 15:30 hora española que observar a Charlie Whiting querer erigirse protagonista de todo con Bernd Maylander como conejillo de indias.

Hace poco menos de un año se hacía oficial que Chase Carey con Ross Brawn y compañía se hacían con los derechos de la Fórmula 1 que durante tantas décadas ostentado Bernie Ecclestone. Quizás a los nuevos mandamases no les guste tanto figurar ante las cámaras, pero esa revolución que tanto nos prometían de momento ha quedado en palabras, en un cambio para que nada cambie más allá de algún gesto bonito como el del niño fan de Raikkonen en Barcelona.
Muchas veces se ha producido la circunstancia de parar en lluvia y no reanudar hasta que el trazado estuviera para montar los neumáticos lisos humillando a Pirelli que aún no sé para que se machacan a hacer y probar los neumáticos de lluvia extrema. Pero Monza me hará estallar contra lo que he visto y contra el hacerme perder un valioso tiempo frente al televisor.

Recapitulemos. Caía mucha agua y Aquaplaning  de Romain Grosjean en plena recta. Sí, no lo neguemos, este fenómeno es una combinación de mala suerte y pequeño fallo de pilotaje al no saber buscar la trazada correcta en condiciones complicadas. Con esto no voy a aseverar que no haya que parar la carrera cuando la lluvia es torrencial haciendo la pista impracticable hasta con los neumáticos de extrema lluvia y con el helicóptero sin poder volar. Pero en este caso, aún al límite, y coincidiendo con Pedro de la Rosa, la cosa estaba para correr y Charlie Whiting vuelve a ser víctima de los pilotos y sus opiniones egoístas, ya que según intereses personales y profesionales, unos son partidarios de salir y otros no.


Ahora mismo me viene a la mente la mítica frase de la afamada serie “La que se avecina”. Ese “¿Qué somos, Leones o Huevones?”. Pues que se lo planteen esos pilotos que se amilanan cuando caen cuatro gotas y no quieren correr riesgo alguno, que se piensen si seguir en este deporte asumiendo lo que ello conlleva o si por el contrario se encontrarían más cómodos en su casa rodeados de los suyos al calor de una chimenea. Porque sí, la Fórmula 1 debe ser segura y se ha conseguido cuando vemos impactos fortísimos afortunadamente sin consecuencias. Pero también con condiciones de pista como las de hoy Ayrton Senna consiguió tres de sus grandes hazañas como su primer podio en Mónaco, su primera victoria en Estoril o su gesta de Donington Park. Así que señores pilotos que les da el tembleque cuando la lluvia aparece. No se atrevan a decirnos una vez más que quieren igualarse a las leyendas del pasado porque sólo con no echarle lo que no hay que echarle no le llegan ni a la suela de los zapatos a ellos.  Y esto también va para Charlie Whiting y los nuevos dueños del Gran Circo. Dejen de cargarse el espectáculo y dejen de privarnos de condiciones donde realmente se van a ver muchas grandes manos

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