martes, 27 de junio de 2017

Vettel y Hamilton emborronan Bakú

El choque deliberado entre Hamilton y Vettel durante el periodo de Safety Car dará que hablar durante varias semanas

Sin duda es el tema candente de la semana entrante. Bakú nos ha dejado la carrera más loca en lo que llevamos de año, muy lejos del tostón del estreno en 2016 y un debate que perdurará como mínimo hasta dentro de dos semanas cuando nos encaminemos al Red Bull Ring de Spielberg.
La prueba apenas había llegado al ecuador y nos encontrábamos en uno de los sucesivos periodos de Safety Car y Hamilton, tras su pole 66 lideraba. Fue entonces cuando decidía ralentizar el ritmo para dar el tirón y ahí Vettel impactó con su morro sobre la parte del difusor del Mercedes. El alemán iba caliente y se emparejó a él para golpearle. Fin del buen rollo entre ambos y toca repartir culpas, unas culpas donde mojándonos un poco se las damos más a Lewis Hamilton. De todos es sabido que su afán por ralentizar el ritmo cuando va a finalizar el periodo de Coche de Seguridad y eso ya provocó un accidente entre el mismo Vettel y Webber en el Gran Premio de Japón 2007. Sin duda para muchos, una provocación en toda regla del que ahora se piensa el sucesor de Ayrton Senna y en la que Vettel cayó en un acto sin poca justificación. Tal vez deberían empezar a mirarse muchas cosas como la normativa tras el Safety Car o sancionar a ambos en el post-carrera. Cosa que no se hizo.

El otro debate se centra en la tensión que viven los dos pilotos de Force India desde Canadá. Esta vez ambos colisionaron al bregar la posición y probablemente, tal como transcurrieron los acontecimientos, no sólo tiraron un podio seguro, sino una más que probable opción de victoria.
Ese incidente quitó el protagonismo a la carrera más eliminatoria del año, esa donde Bottas, aunque ayudado por los Safety Car, se ganó una vez más la renovación con las balas plateadas al remontar desde atrás hasta el podio después de chocar con Raikkonen en la salida. Ricciardo carrera de menos a más tras problemas en los boxes y qué decir de Lance Stroll. El chico está cogiendo moral y se ha rehecho a las mil maravillas de un inicio de temporada desastroso. En el Gilles Villeneuve se creyó que podía hacer algo y lo de Baku debe ser algo más que esa bocanada de aire fresco para demostrarle al bueno de Frank Williams que está listo para asumir el reto que le han encomendado.


También carrera consistente para los dos españoles entrando en los puntos. Siempre ajenos a los terremotos que la prueba reservaba a todos y bien al intentar defender sus respectivos lugares, llevando especialmente alegría al asturiano con la inauguración del casillero de Mclaren

domingo, 18 de junio de 2017

Porsche ante la rebelión de los LMP2

El Porsche número 2, pilotado por Timo Bernhard, Brendon Hartley y Earl Bamber ha ganado unas trepidantes 24 horas de Le Mans, teniendo que bregar con el LMP2 número 38 de Jackie Chan Racing (FOTO:www.gtspirit.com)

En esta edición, Toyota lo tenía todo para resarcirse del batacazo de 2016. Habían preparado la carrera muy a conciencia y Kamui Kobayashi hizo la pole con record del circuito incluido. Ese dominio se ratificó en las primeras horas de la prueba. Ese Toyota número 7 controlaba y mantenía distancias que apenas bajaban del medio minuto y subían del primero ante unos Porsche que empezaban a tener problemas mecánicos. Uno quedaba fuera y el a la postre ganador tenía que estar una hora en boxes para repararse, perdiendo a priori las opciones de vencer.

El calor no iba a ser ajeno a las mecánicas, y la hecatombe de Toyota llegaba con la caída de las horas nocturnas. Ese prototipo, que dominaba a placer se paraba y previamente a eso el Toyota de Buemi, Nakajima y Davidson entraba en boxes por problemas con los frenos, sin poder partir nuevamente hasta la 1 de la madrugada.  El tercer Toyota también sufría todas las desgracias posibles y adiós a la carrera para ellos. Porsche, que se había visto en un Sandwich nipón gran parte de la carrera, pasaba a liderar con el prototipo número 1. La competencia no era feroz para él, a su estela, y metiéndole varias vueltas hasta llegar casi a las 20, se situaban los LMP2. Unos LMP2 dispuestos a cobrar su cuota de protagonismo no sólo por verse en un podio inesperado para ellos, sino que el inhóspito  abandono del Porsche 1 en el que brillaban Neel Jani, Andre Lotterer y Nick Tandy daba un vuelto descomunal a la carrera. Un LMP2 se posicionaba para  un histórico triunfo al equipo al que Jackie Chan daba nombre Ho Ping Tung, Thomas Laurent y Oliver Jarvis debían ser un manojo de nervios tanto en el prototipo como en el box cuando tocaban los descansos entre relevo y relevo.

Por detrás, la remontada del Porsche número 2 empezaba a cinco horas del final, se le veía desatado y rozó las barreras en un doblaje como muestra de que creían en la épica después de todo lo que les había ocurrido. A una hora de la conclusión de la carrera, el sueño de Jackie Chan de hacer una gesta para recordar acababa y se conformaban con el nada desdeñable premio de vencer en LMP2 de manera autoritaria.

En la primera categoría de GT sin duda vimos la prueba más igualada. Las marcas que se peleaban eran de lo más variopinto sin que ningún equipo fuera claro dominador. Ferrari con su AF Corse, Ford y Porsche conservaron sus opciones durante las casi 24 horas de la prueba, pero fue el Corvette de Antonio García, Jan Magnussen y Jordan Taylor el que nunca se puso nervioso en carrera. En el anochecer llegaron a ocupar la duodécima posición y se notó la experiencia de este triunvirato ascendiendo poco a poco hasta en los últimos giros, con una parada memorable en boxes entre Aston Martin y Corvette. Los amarillos salían delante en el relevo final. Un relevo cuanto menos cuestionado al ser Jordan Taylor el que lo hiciera dejando en boxes la experiencia y calidad de Antonio Garía y Jan Magnussen.  De hecho, el Aston Martin de Jonathan Adam presionó y llegó a tener un toque con el Corvette que le dejaba virtualmente fuera de la opción de victoria en GT. Pero ahí, un error del americano marchándose por la puzolana y dañando el Corvette en el tramo decisivo hizo que Adam no dudara en meterle el coche e imponerse.


GT Amateur tampoco estuvo exento de emoción. El equipo JMW Motorsport motorizado por Ferrari ganaba con el coche que conducían Robert Smith, Will Stevens y Dries Vanthoor. Pero Aston Martin también era favorito en esta categoría y con Paul Dalla Ana al volante del número 98, sufrían un reventón cuando iban primeros. 

miércoles, 14 de junio de 2017

Fernando Alonso "confirma" su marcha

Fernando Alonso muestra su frustración tras su retirada en el Gilles Villeneuve de Montreal (Foto: Clive Manson, AFTP)

“Si ganamos antes de Septiembre seguiré en el equipo”. Así de tajante se ha mostrado Fernando Alonso sobre un futuro que se adivina lejos de Woking. Seamos realistas, pide victorias a Mclaren en el tramo final del verano, pide victorias en tres meses al que a día de hoy es el segundo equipo más vulnerable de la parrilla contando a Sauber, pide victorias a la única escuadra que decora el  mundial de constructores con un vergonzante cero en su haber y que antes de llegar al ecuador se ha ventilado el comodín de los cinco motores, por lo que cada cambio conllevará sanción en parrilla.

Lo que exige el asturiano es un imposible, una quimera totalmente irrealizable y que viene a decir que el próximo año no pilotará los bólidos anaranjados. Simplemente hay que unir las piezas del rompecabezas. Jenson Button no descartó su vuelta a Mclaren a tiempo completo a partir del próximo curso y Fernando Alonso sigue haciendo guiños a la Indy, y quién sabe si apostará por hacer una temporada completa olvidándose de la Fórmula 1 conocedor de que los proyectos ganadores tienen su piloto fetiche como son Vettel en Ferrari (donde Alonso salió amistosamente), Hamilton en Mercedes poniendo más leña en el fuego al definir su relación como “tóxica” con “nano” en el pasado y Red Bull que lleva dos pilotos con galones de primeros espadas.


En estas, Mclaren lanzaría su última carta para retener al asturiano. Romper su relación contractual con Honda, una relación que ha restado más que sumado y cuya decisión debería ir más allá de sus ansias porque Fernando Alonso prorrogue el contrato. Honda no ha sido más que una venta de humo, un “vamos en la buena dirección” precedido constantemente de la enésima rotura de motor circulando en la cola y como no, Honda ha arrastrado al fango a un equipo mítico acostumbrado a campear. Pero aún así, volviendo a ser suministrado por Mercedes tal y como parece que ocurrirá, la continuidad de Alonso se antoja complicada a sabiendas de que el trato top iría para el equipo principal y que observando el ocaso de su vida deportiva, no puede pensar en otro proyecto a largo plazo, donde un mínimo de dos años deberían ser de transición antes de volver a estar en cabeza. En resumidas cuentas, todo apunta a un cambio de aires, y quién sabe si de competición, de Fernando Alonso. 

martes, 13 de junio de 2017

Hamilton logra la 65 pole en un fin de semana donde todo le vino de cara

Lewis Hamilton recibió tras la calificación una réplica del casco de Ayrton Senna tras empatar su número de poles (Foto: Valdrin Xhemaj, Agencia EFE)

Lewis Hamilton no olvidará fácilmente el Gran Premio de Canadá 2017. El sábado igualaba las 65 poles del legendario Ayrton Senna y sólo le faltan tres para emparejarse a Michael Schumacher. En resumen, que el record absoluto lo tiene a tiro de piedra y todo apunta a que lo batirá, aunque aún le quede para llegar al carisma de los dos citados mitos a ojos de la afición.

El domingo, todo le salió a pedir de boca al británico. Vettel quedaba pronto fuera de combate al dejar su alerón tocado por el roce con Verstappen y luego el holandés, que brillaba en segunda posición y se mantenía a distancia constante de Hamilton, veía fallar su mecánica. De Raikkonen nuevamente ni estaba ni se le esperaba cogiendo ese testigo los Force India. Ocon cada día gana en solidez y aplomo y Pérez intentaba si éxito el adelantamiento sobre Ricciardo para teñir el podio de rosa. Situación difícil para los de Mallya al ver que el mexicano no podía con el australiano mientras se le negaba el paso a Ocon para ser él quién lanzara el ataque. No sabemos si en Force India han tirado la posibilidad de cosechar el mejor resultado de la temporada, otorgando con su praxis vía libre a un Vettel que ha salvado los muebles a fin de salvaguardar el liderato.

Si nos vamos algo más atrás, poco comentario merece la jugada de bolos de Sainz Jr. Erró en su lucha con Grosjean y eso se llevó por delante a Felipe Massa. Menos mal para Williams que esta vez Stroll si ralló a la altura, correr en casa le dio un plus y sus primeros puntos que sin duda ha ganado a pulso y que deben valerle como alimento a su maltrecha moral.


Curiosa también la imagen de Fernando Alonso sentándose entre el público tras romper, sí, romper una vez más su motor Honda. Paciencia era lo que había que tener para en medio de la desesperación poder compartir un pequeño rato con los aficionados. Algo que Liberty Media agradecerá en su afán por aproximar el gran circo a los aficionados. 

jueves, 1 de junio de 2017

Damon Hill, un gregario que supo esperar su momento

Damon Hill, que portó en 1994 el número 0, pasó sus primeros años en Williams a la sombra de grandes estrellas antes de que el trágico desenlace de Ayrton Senna le obligara a coger los galones en Grove.

Procedente de la Fórmula 3000, llegaba en 1992 al equipo Brabham. Una escuadra legendaria que vivía unos tiempos muy complicados y que le daba su primera oportunidad después de que Giovanna Amati no pudiera cumplir sus compromisos en forma de patrocinadores.  Clasificaría para correr en Alemania y Hungría antes de dar el gran salto a Williams. Sin apenas experiencia y sin resultados que le avalaran aterrizaba en el equipo referencia para cubrir la vacante que dejaba Nigel Mansell. En ese 1993 habría de vivir a la sombra de Alain Prost sin que ello le privara de su primera victoria en la categoría Reina. Llegó en Hungría, aprovechando el naufragio de los cocos. Bélgica e Italia serían testigos de otras subidas a lo más alto del cajón.

Prost dejaba la Fórmula 1 con el título bajo su brazo, y Williams por fin conseguía el fichaje de Ayrton Senna para sustituirle. De nuevo Hill quedaba condenado a ser ese segundo piloto que se limitara a sumar puntos para el campeonato de constructores y ayudar a su jefe de filas. Pero en Ímola, con la trágica muerte de “Magic”, el Williams con el anecdótico número cero se vería obligado a hacer de jefe del equipo y en Grove así confiaban en él cuando el vacío de Senna intentaban llenarlo con el debutante David Coulthard. Aunque las tres primeras pruebas eran un toma y daca entre Senna y Schumacher, sin el paulista todo parecía de cara para el alemán. Por lo que Hill debería esforzarse, remontar y así lo hizo. Aquella prensa y afición británica que dudó de él quedó en el silencio de su no razón al ver que precisamente en Silverstone el bueno de Damon comenzaba a cabalgar a la caza y captura de El Kaiser. Tanto es así que en Adelaida ambos se jugarían el título, que se decantó en favor de Michael por una de sus maniobras más polémicas buscando esa colisión que dejara fuera a Hill y le hiciera obtener su primer cetro. ¡Así no Michael! Tocaba pensar.

Aquel choque de Adelaida fue el preludio de una gran rivalidad entre los dos y la antesala de otros choques entre ambos que no impidieron a Michael Schumacher ganar su segundo título consecutivo.
Llegaba 1996 y Michael Schumacher había dejado Benetton para enrolarse en Ferrari con la meta de devolver a los del “Cavallino” donde hacía dos décadas que no llegaban. Por lo que quedaba cuasi descartado para el título y en el box de al lado aparecía un incómodo Jaques Villeneuve. El hijo de Gilles, el llegado de América sin necesitar fase alguna de aprendizaje logando la pole en su debut en Melbourne.  El británico no se amilanó ante el poderío del canadiense. Más bien se creció, ganó ocho carreras y gracias a eso decoraba la vitrina con su primer y único título. Se convertía por aquel entonces en el primer hijo de campeón del mundo en vencer (su padre Graham se proclamó ganador en 1962 y 1968) hasta que Rosberg hizo lo propio en 2016.

Las relaciones entre Hill y Williams no pasaban por su mejor momento, y a final del año 96 separaron sus caminos. Se confiaba en el talento emergente de Villeneuve y por tanto no vieron a Damon como una pieza clave a pesar de abandonar Grove campeonato en mano. Su decisión más sorprendente fue la de fichar por un equipo poco competitivo como Arrows. El papel de Hill con su nueva escudería se tornó en notable aupándose al segundo puesto (primer y único podio de Arrows en su historia) en Hungría. Algo que probablemente le supo a poco cuando cabalgaba líder y perdió esa posición por problemas mecánicos.

La aventura de Hill en la escuadra motorizada por Yamaha duró un año, justo lo que tardó Eddie Jordan en ofrecerle uno de sus monoplazas amarillos. Ahí también supo lo que es vencer en el caótico Gran Premio de Bélgica antes de pasar más discretamente por una temporada 1999 que sería la de su retiro por falta de motivación y ser ensombrecido por el que precisamente se erigiera como  su sustituto en Williams, Heinz Harald-Frentzen.
Después de su retiro, Hill ha seguido muy de cerca en el mundo del motor, tanto como comentarista en Sky Sports como ostentando la presidencia de la Asociación Británica de Pilotos.