miércoles, 12 de abril de 2017

500 millas para lavar una imagen

La bomba de la semana ha saltado con el regreso de Mclaren a Indianápolis contando con Fernando Alonso como principal espada (FOTO: www.gpupdate.net)

Por sorpresa, así llega la noticia de que Mclaren regresa a las míticas 500 millas de Indianápolis en una estrategia muy enfocada a una única cosa, hacer ver al mundo que pueden volver a ganar y así levantar esa imagen tan tocada desde hace tres años, cuando se rompía su exitosa relación con Mercedes para contraer matrimonio turbulento con Honda.

Andretti Autosport será el que apadrine con uno de sus coches a Mclaren para poner a prueba su velocidad punta en el consagrado Óvalo. Y las sorpresas no acaban ahí, sino que se oficializa que Fernando Alonso se perderá el Gran Premio de Mónaco para ir a la cita. Toda una división de estrategias desde Woking con el fin de dar el primer zarpazo serio en medio de esta sinuosa travesía y como no, un claro cotejo a Fernando Alonso para que permanezca unido al equipo con un regalo más típico del cónyuge que no cumple con las expectativas de una buena unión y lo intenta arreglar con flores y actitud cercana.

La política interna en Mclaren está cambiando. Si hace años la rigidez era absoluta, no dejando incluso que Pedro de la Rosa participara en otras competiciones ante casos de eventual necesidad, ahora se ve como sin Ron Dennis se anima a uno de sus titulares a saltarse una prueba mundialista en un cheque en blanco hacia Alonso para que vuelva a estampar su firma con los ingleses.

“Una de mis ambiciones es ganar la triple corona” decía Fernando Alonso después de saltar la noticia, referenciando claramente a Indianápolis y Le Mans con ansias de complementar sus dos cetros en la Fórmula 1.  Eso es algo que en la historia sólo lo ha conseguido Graham Hill como bicampeón de Fórmula 1 en 1962 y 1962, vencedor en Indianápolis en 1966 y ganador absoluto en Le Mans en 1972.

La historia también nos ha dado pilotos que han campeado en Fórmula 1 y han intentado el reto de Indianápolis como un Jaques Villeneuve que llegó a la máxima categoría tras triunfar en el Óvalo en 1995. Otros nombres ilustres de ambas categorías han sido Jochen Rindt, Emerson Fittipaldi, Bruce Mclaren (padre del actual equipo Mclaren), Alberto Ascari, o Jim Clark.   


Tampoco podemos obviar que Fórmula 1 y 500 Millas de Indianápolis han ido muchos años de la mano. Más concretamente entre 1950 y 1960 la prueba era puntuable para el campeonato del mundo de Fórmula 1, aunque no muchos pilotos del gran circo iban a tierras americanas y las manos que rodaban bajo la bandera de las barras y las estrellas copaban la hegemonía de la prueba. Pero a día de hoy las nacionalidades son variopintas al igual que los pilotos expertos a los que se tendrán que medir tanto Fernando Alonso como Oriol Serviá. Empezando por el clásico nombre de Sebastian Bourdais y siguiendo por los James Hinchliffe, Simon Pageneaud, Scott Dixon o Helio Castroneves sin olvidarnos de viejos rockeros de la Fórmula 1 como Takuma Sato o Juan Pablo Montoya. El espectáculo está asegurado y no vemos la hora de que llegue el 28 de mayo para contemplar lo que nos deparará el trazado Oval. Y no, no es alonsismo, es ganas de ver a grandes de este deporte buscando nuevos retos y explorar otros horizontes

1 comentario:

  1. Era de esperar que la correría alguna vez, pero no creo que nadie se lo esperara antes de dejar la F1. Como dices, suena a disculpas por la paciencia que está teniendo con el equipo. Conociendo a Alonso, no creo que se pierda Mónaco sabiendo que es su último año en el "gran circo", puede que sea una pista de que, quizá no en McLaren pero sí continuará en F1 en 2018.

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