martes, 3 de enero de 2017

La última bala de Fernando Alonso

Si la tercera temporada consecutiva no es fructífera, Fernando Alonso podría no renovar con Mclaren y  mirar horizontes en otras categorías. (FOTO:www.quemandorueda.net).

La exitosa unión de Mclaren y Honda que tantos éxitos dio a Alain Prost y Ayrton Senna a finales de los 80 está muy lejos de repetirse. Yusuke Hasegawa, máximo responsable de Honda ha sido franco y se aparta de las continuas ventas de humo de Arai. “Mercedes es la referencia y a continuación, viene Ferrari. Renault es la tercera – probablemente aluda a Red Bull- y todavía  muy lejos, por detrás, está Honda”. A eso añadió otra coletilla nada esperanzadora “Queremos luchar por podios y victorias, pero el  Mundial todavía queda lejos. Nuestro sistema de propulsión aún no es lo suficientemente bueno”.

En otras palabras. Mclaren volverá a hacer un buen chasis y el fallo volverá a estar en la propulsión. Tercer año seguido que catean en esta asignatura pendiente y en la que debieran llevar trabajando desde 2014 o antes, cuando se confirmaba con casi una temporada de antelación la vuelta al binomio Mclaren-Honda.

En estas entra en juego Fernando Alonso, quien tras abandonar un proyecto inestable en Ferrari, que le daba victorias y podios pero le alejaba del mundial año tras año. Apostaba por un proyecto a largo plazo a pesar de que entraba en la treintena. Un proyecto que no generó confianza en ningún momento. Desde el esperpento de las primeras carreras en 2015 con dos campeones del mundo colocados en la cola de la parrilla, hasta el cese de Capito cuatro meses después de su fichaje.

El piloto asturiano acaba contrato a final de 2017, y más de una vez ha lanzado campanas de retirada si no se ve motivado “En caso de que el año que viene no me gusten los coches, cambiaré de categoría” aseveraba  el pasado mes de Abril. 
Esa  motivación tiene que venir dada por un bólido eficaz y un reglamento que satisfaga de nuevo el espíritu de la Fórmula 1. De no ser así, el bicampeón ya se ha dejado querer por los equipos del WEC y no es descartable que ahí acabe en 2018, debutando en las míticas 24 horas de Le Mans -Estuvo a punto de hacerlo con Porsche en la edición de 2015- y con la vitola de Ronnie Piterson que le otorgó Niki Lauda cuando afirmó que “era el mejor pero siempre estuvo en el sitio equivocado”. 

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