lunes, 30 de enero de 2017

Fin de Manor, fin de una era

Tras siete años en el Gran Circo, el equipo Manor desaparece al no poder encontrar un inversor que le salvara de la bancarrota.  (FOTO:www.sportyou.es)

2010 era el año de la primera gran revolución que sufriría la Fórmula 1. Mundial alejado de aquel marcado por los dobles difusores y que nos hacían echar la vista unos meses atrás con nostalgia cuando Lewis Hamilton se proclamaba campeón en la última curva.

A mediados de aquel 2008, la FIA abría el concurso para incorporar a tres equipos más, los elegidos eran Manor, Campos Racing (posterior HRT) y USF1. Estos últimos  no llegaron al incumplirse las promesas del límite presupuestario que se quería instaurar y en el que el farol de las grandes ganó con amenaza de hacer un campeonato paralelo.


El sitio americano lo ocupó Lotus y posteriormente Caterham. Fiel reflejo de que la entrada para estos modestos no era viable sin límite presupuestario. Los tres noveles tuvieron en común el paso de mano en mano entre distintos propietarios, a cada cual con más ansia de revender con pingües ganancias. El espíritu especulativo ganaba al de carreras y poco a poco la llama de la vida se iba apagando en ellos. HRT y Caterham decían adiós finalizadas las campañas 2012 y 2015. Manor, Virgin o como queramos llamarles, se mantenían a sabiendas de que la cenicienta de la parrilla la asumirían ellos. Se acabó la pelea por no ser el peor y repartirse las migajas que dejaban los grandes. Aún así, primero el malogrado Jules Bianchi y este último año Pascal Welrhein daban puntos a este modesto equipo. Las hazañas (especialmente  la del alemán) de poco sirvieron. Brasil y la buena actuación de Sauber condenaba a Manor al cataclismo económico, a la búsqueda contrarreloj de ese comprador que nunca llegó, a tener que cerrar su garaje para no abrirse jamás y sobre todo, a llevarse lo último que quedaba de lo iniciado en 2009.

martes, 24 de enero de 2017

Ciao Mr. Ecclestone

Tras casi cuatro décadas al mando, Ecclestone deja el mando de la Fórmula 1 al grupo Liberty Media, comandado por Chase Carey. (Foto: Thisisf1.com)

Tiempos de cambio llegan a la Fórmula 1 y ello conlleva el adiós de Bernie Ecclestone. Aquel que a finales de los 50 intentó infructuosamente triunfar como piloto y que comenzó su época de esplendor en  los 70. Concretamente en 1972 compraba el mítico equipo Brabham, y siendo un subcampeonato el mejor resultado, pudo presumir de ser jefe de pilotos de la talla de Carlos Alberto Reutemann.

En 1978 empezaba su mando con mano de hierro. Se rodeaba del polémico Max Mosley y también en escena aparecía el nombre de Jean-Marie Balestre. Hombre también en el punto de mira por su presunto favoritismo hacia Alain Prost en la rivalidad con Ayrton Senna, y que incomprensiblemente decidió descalificar al paulista en la famosa maniobra del Gran Premio de Japón de 1989, privando a Senna de la victoria y arrebatándole las opciones de bicampeonato.

Ecclestone ha pasado de todo como dueño del Gran Circo. Realmente se puede decir que no supo dejar el cargo a tiempo y en sus puntos conflictivos van a figurar siempre estas últimas dos décadas de mandato. Su primera crucifixión fue en Ímola en el trágico fin de semana de 1994. Ratzemberger fallecía en el acto el sábado tras perder su alerón e impactar contra el muro. Nunca se canceló el Gran Premio tal y como indicaba la legislación transalpina y el domingo la tragedia se citó en Tamburello, llevándose a la leyenda de Senna y con ello nacía la controversia sobre si murió o no en el acto, y las teorías de si se ocultó o no la verdad para asegurar unos suculentos ingresos económicos.

Sus últimos años de mandato han sido una mezcla de todo. Disparates como el proponer un sistema de medallas o lluvia artificial a hacernos una Fórmula 1 sólo por y para ricos. Probablemente se le pueda señalar como un gran responsable de llevar Grandes Premios para caprichos de jeques sacrificando los clásicos que tanta afición daban, él es responsable de que hoy la desigualdad haga que los equipos modestos no subsistan en parrilla y siempre desde la FOM se ha promovido la eliminación de vídeos sin ánimo de lucro que circulan en la red, cuya única finalidad es la de compartir momentos de este bello deporte y rememorar viejas épocas u homenajear a ídolos.


En fin Sr Ecclestone, a estas alturas sólo le afearemos que no haya tomado la decisión de marcharse antes y dejar paso a la savia nueva. Esa que veremos si revoluciona o no la Fórmula 1.  Así que es de justicia dar un voto de confianza a las nuevas caras que son Ross Brawn, Sean Bratches y la imagen de bigote clásico de Chase Carey. Para él, la Fórmula 1 necesita “un nuevo punto de partida” definiendo a Ecclestone como “un dictador durante mucho tiempo”. De momento nos propone aumentar el número de carreras, que podría ser un craso error ante un calendario de por sí excesivamente cargado y con poco tiempo de parón vacacional.  Pero recordemos que Carey es estadounidense, país en el que los deportes se caracterizan por normas que fomentan el espectáculo. ¿Será capaz de llevar esa política a la Fórmula 1 y a la vez restituir la imagen dañada en su nación tras el bochorno de Indianápolis 2005 con seis coches en parrilla?

lunes, 16 de enero de 2017

Confirmaciones que cierran la parrilla

La primera imagen filtrada de Valtteri Bottas con los colores de Mercedes ha precipitado hasta tres anuncios.

Día en el que todo lo que restaba de cara a la formación de la temporada 2017 ha quedado finiquitado. Lo esperable ha ocurrido, Valtteri Bottas será piloto de Mercedes gracias a las negociaciones que se estaban llevando a cabo desde que Rosberg anunciara contra todo pronóstico su retirada.

El campeón de GP3 en 2011 saltaba a la titularidad de Williams en 2013 previo paso como probador del equipo de Grove. Desde entonces, supo exprimir el bólido cuando era competitivo y así ha sacado jugo a sus nueve pódiums a lo largo de estas cuatro temporadas. Ha sido capaz de poner en jaque a Felipe Massa y a la vez ha evidenciado carencias como los errores que le han privado de llevarse alguna pole.

Bottas es merecedor de ese volante, y con apoyos dentro de la estructura de Mercedes lo ha conseguido. El damnificado de esta decisión es Pascal Wehrlein. Un joven que también se había ganado esa gran oportunidad a pulso en su debut en la máxima categoría. Un punto con un equipo tan modesto como Manor habla maravillas de él, y si logra superar a un Haryanto que dio más de lo que se esperaba de él y un Ocon que es un diamante en bruto con títulos consecutivos de F3 cuasi duplicando los puntos de Max Verstappen y GP3 pues es señal de que hay manos. Unas manos que se conformarán con pilotar un Sauber cuya inyección económica debería darles un pequeño salto de calidad. Aún así, el teutón queda infravalorado por la marca que lleva años tutelándole y que no parece recordar que es el campeón más joven de la historia en el DTM.


La última pieza del puzle ha sido Felipe Massa,  descuelga el casco y no dejará huérfana a Brasil de representantes en el Gran Circo.  Ahora al bueno de Felipe le tocará devolvernos todos los abrazos y cariño que le brindamos por su retirada. Pero al fin y al cabo, también le honra el gesto de quitar una vez más tiempo a los suyos para ayudar a una escudería que no podía permitirse cargar todo el peso sobre el novato Lance Stroll.  

martes, 3 de enero de 2017

La última bala de Fernando Alonso

Si la tercera temporada consecutiva no es fructífera, Fernando Alonso podría no renovar con Mclaren y  mirar horizontes en otras categorías. (FOTO:www.quemandorueda.net).

La exitosa unión de Mclaren y Honda que tantos éxitos dio a Alain Prost y Ayrton Senna a finales de los 80 está muy lejos de repetirse. Yusuke Hasegawa, máximo responsable de Honda ha sido franco y se aparta de las continuas ventas de humo de Arai. “Mercedes es la referencia y a continuación, viene Ferrari. Renault es la tercera – probablemente aluda a Red Bull- y todavía  muy lejos, por detrás, está Honda”. A eso añadió otra coletilla nada esperanzadora “Queremos luchar por podios y victorias, pero el  Mundial todavía queda lejos. Nuestro sistema de propulsión aún no es lo suficientemente bueno”.

En otras palabras. Mclaren volverá a hacer un buen chasis y el fallo volverá a estar en la propulsión. Tercer año seguido que catean en esta asignatura pendiente y en la que debieran llevar trabajando desde 2014 o antes, cuando se confirmaba con casi una temporada de antelación la vuelta al binomio Mclaren-Honda.

En estas entra en juego Fernando Alonso, quien tras abandonar un proyecto inestable en Ferrari, que le daba victorias y podios pero le alejaba del mundial año tras año. Apostaba por un proyecto a largo plazo a pesar de que entraba en la treintena. Un proyecto que no generó confianza en ningún momento. Desde el esperpento de las primeras carreras en 2015 con dos campeones del mundo colocados en la cola de la parrilla, hasta el cese de Capito cuatro meses después de su fichaje.

El piloto asturiano acaba contrato a final de 2017, y más de una vez ha lanzado campanas de retirada si no se ve motivado “En caso de que el año que viene no me gusten los coches, cambiaré de categoría” aseveraba  el pasado mes de Abril. 
Esa  motivación tiene que venir dada por un bólido eficaz y un reglamento que satisfaga de nuevo el espíritu de la Fórmula 1. De no ser así, el bicampeón ya se ha dejado querer por los equipos del WEC y no es descartable que ahí acabe en 2018, debutando en las míticas 24 horas de Le Mans -Estuvo a punto de hacerlo con Porsche en la edición de 2015- y con la vitola de Ronnie Piterson que le otorgó Niki Lauda cuando afirmó que “era el mejor pero siempre estuvo en el sitio equivocado”.