Nico Rosberg pone el mundial a tiro tras
vencer en Suzuka y aventajar en 33 puntos a Lewis Hamilton (FOTO: Facebook
oficial F1)
Mes y medio y cuatro pruebas. Es la vida que
le queda al campeonato del mundo. Nico Rosberg ganó en Japón, y ya puede hacer
sus cálculos para alzarse con su primer cetro. Le vale con ser segundo en cada
una de las cuatro pruebas que quedan para concluir el mundial. No tiene que
arriesgar, y la superioridad de los Mercedes le pone a tiro de piedra este
objetivo más que viable. Así que no será extraño verle cerca de Hamilton y no
hacer ademán de atacarle. Como dice el dicho, “ahora despacito y con buena
letra”.
Si analizamos la temporada, es curioso como a
Hamilton se le está escapando todo fuera de suelo europeo. Y más recientemente,
se tumbaban sus sueños en Malasia con una rotura de motor cuando rozaba la
victoria, y ahora un error propio en la salida le condenaba. Aunque en sí más
bien podríamos hablar de una cadena de errores, ya que el británico se tomo con
excesiva calma su remontada, fue conservador y lo que hacía falta era más “Hammertime”,
máxime cuando esta vez, el ritmo de los Red Bull no estaba para nada cerca de
las balas plateadas.
En resumidas cuentas, Hamilton fue tercero,
minimizó un daño que empieza a tornarse en irreversible para sus aspiraciones.
Tal vez confíe en que a Rosberg también le ocurran cosas o cometa fallos, que
es lo único que le mantiene a flote. Excusas en la brega no valen en Brackley
habiendo ganado matemáticamente el mundial de constructores.
Del resto del Gran Premio, poco más se puede
analizar con todo según lo previsto. En zona delantera Ferrari sigue en su “nada
de nada”, Pérez vuelve a sacar lo máximo a su Force India, Verstappen vuelve a
dar que hablar tanto por el podio como en su estilo de defender posición, Toro
Rosso sigue cargándose en las estrategias el potencial de sus pupilos mientras
que Mclaren sigue en el pelotón medio por mucho que nos quieran vender un
equipo que progresa a zona alta.
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