domingo, 31 de julio de 2016

Hamilton reforzado, Rosberg tocado

Rosberg luchó contra los Red Bull hasta la polémica maniobra con Max Verstappen. (FOTO: Official F1)

Qué largo se le va a hacer a Nico Rosberg el pequeño parón veraniego que nos viene por delante. La situación para él es la de un hombre contra las cuerdas, que ha visto como desde Mónaco, Hamilton le ha metido 62 puntos y sobra decir que le ha recuperado los 43 que le llegaron a distanciar del teutón.

La pole para Nico no era más que otro espejismo como el Húngaro. Si, falló en la salida y lo peor para él es que nunca encontró el ritmo óptimo. Red Bull iba un paso por delante y le leía las estrategias a la hora de pasar por boxes. Rosberg empezaba a ser un hombre víctima de su propia desesperación, y en la horquilla intentando el “sorpasso” a Verstappen, volvía a transgredir los límites del reglamento como ya hiciera con Hamilton en Austria. Algo que le costó cinco segundos de penalización y por ende perder sus opciones de subir al cajón.

La otra cara de la moneda es la de Lewis Hamilton, encontrado consigo mismo tras el primer tercio de campeonato. Está poniendo los cimientos para ser un cuádruple campeón del mundo y sus números empiezan a alcanzar a leyendas como Alain Prost. De nuevo, se ha marcado un paseo y en la casa de Rosberg para más inri.  

De Alemania sólo puede salir alguien más abatido que Rosberg. Hablamos de Daniil Kvyat, quién no pudo ocultar su bajo estado anímico al concluir la clasificatoria del sábado. No le están saliendo las cosas desde que fue bajado a Toro Rosso y Sainz le bate carrera a carrera. Entre bastidores, los rumores apuntan a un cese inminente del ruso siendo reemplazado por Pierre Gasly. En estas, toca lanzar un dardo a favor de Kvyat y pedir al equipo Toro Rosso que haga autocrítica porque la mayoría de cosas que le están sucediendo tienen índole mecánico. Pero viendo cómo se las gastan en los equipos llevados por Red Bull, dudamos que eso llegue a producirse e incluso podrían acusar a Sainz de bajo rendimiento a pesar de que en pista ha logrado enmendar lo que ha sido la enésima pifia en boxes que sufre.


En cuanto al resto del Gran Premio en sí, ya se ha podido corroborar que tres paradas era una estrategia más acertada, y todos han cumplido unos cánones muy parecidos a la hora de elegir compuestos salvo Esteban Gutiérrez, que intentando hacer algo diferente y aguantando más en pista de lo que debía, dilapidó sus opciones de puntuar por primera vez y de paso pega un paso atrás en su misión por convencer a los responsables de Haas para su renovación. 

jueves, 28 de julio de 2016

La doble bandera amarilla de Rosberg

Cámara Onboard en la que Rosberg pasa por el sector con doble bandera amarilla sin aminorar.

El periodo vacacional nos hace analizar con cierto retraso el Gran Premio de Hungría. Y si bien el mismo ha sido muy táctico en todas sus variantes, no podemos pasar por alto la pole más polémica en lo que llevamos de temporada.

La Q3 tocaba a su fin, Alonso, exprimiendo su Mclaren más de lo que el mismo coche puede dar, falla y trompea quedando al borde de la pista. Situación de doble bandera amarilla y perjuicio para aquellos que venían haciendo su vuelta rápida de calificación. Todos frenaron a su mínima expresión y tuvieron que conformarse con lo que probablemente no querían a sabiendas de que la pista iba mejorando a medida que se secaba.

Hemos dicho todos fueron perjudicados. Pero ya sabemos que ese todos exceptúa a uno que es Nico Rosberg. Que ante una situación de peligro, decidió no levantar y seguir en ritmo endiablado. Lo sorprendente no es la aptitud del bávaro aunque con ello se pusiera en grave riesgo a los demás contendientes e incluso comisarios que podrían estar trabajando. Sino que lo que nos deja con la boca abierta es la permisividad de aquellos que deben hacer cumplir el reglamento y que en otras ocasiones suprimen tiempos realizados por exceder milimétricamente los límites de la pista o con bandera amarilla simple.

La doble bandera amarilla es casi una bandera roja, poco menos que un Safety Car Virtual en la zona donde se produce la incidencia. Por ello, el piloto no sólo ha de levantar todo lo que pueda, sino que debe estar preparado a frenar totalmente su monoplaza si así fuera menester. Ni una cosa ni otra hizo Nico Rosberg con los riesgos para todos ya citados en el párrafo anterior.  


Peligroso precedente ha sentado esta situación y veremos cómo la enfoca una parrilla ante algo que más temprano que tarde volverá a ocurrir porque al fin y al cabo esto es F1. Lo cierto es que al menos, en carrera, hubo justicia divina y Hamilton no necesitó de “Hammertime”. Simplemente con tomar a Rosberg como su títere desde la salida jugando con los tiempos le valió para certificar una desventaja de 43 puntos o lo que es lo mismo, casi dos Grandes Premios de diferencia. Importante golpe en lo psicológico a Nico, que observa que con ambos en plena forma, Hamilton gana por goleada. 

martes, 12 de julio de 2016

¿Quién se apunta a la Verstappenmanía?

La victoria de Max Verstappen en Barcelona puede ser el principio de un nuevo gran dominador de la Fórmula 1.

En Silverstone volvió a brillar y nos lo dejó muy claro. Verstappen es un piloto con aura, tiene ese algo que va a hacernos disfrutar. Su tiempo está llegando y puede llegar a verse ese ídolo que el Gran Circo necesitaba desde hace años. Es agresivo sin cruzar la línea que le tiraría hacia la temeridad y consigue divertirnos. De hecho, en la última carrera vimos como Rosberg no podía hacer valer su todopoderoso Mercedes ni su DRS para rebasarle. El holandés era “Max” listo tirándose siempre al interior sin hacer más cambios de dirección de los que el reglamento permite. Resumiendo, que se la volvió a montar como en Canadá.

El hecho de haber tenido un paso cuasi seguido de Karts a la Fórmula 1, con una sola temporada en Fórmula 3, obviando pasos intermedios como GP2 o World Series hará que le cueste madurar algo más en pequeños detalles, su trabajo consistirá en pulirlos con el tiempo. Algo que Red Bull entiende y tendrá la paciencia necesaria para llevarle a la cima. Sus notas son buenas, el examen con Ricciardo lo está superando con grandes calificaciones aunque aún no podemos ponerle el birrete que le consagre como graduado. Porque la prueba de evaluación final es el circuito de Mónaco, y ahí Verstappen nos ha fallado en dos ocasiones.  

En Toro Rosso, el que más agradecerá su ascenso será Sainz. Teniendo como compañero a Verstappen, le costaba más destacar y ahora, compartiendo box con Kvyat demuestra su talento superándole una y otra vez. Sí, batiendo a un ruso con varios podios en su haber aunque ahora no pase por su mejor momento.
El ascenso de Verstappen al equipo mayor de Red Bull se ha producido como un ciclón. Su victoria en Montmeló le coloca como el piloto más joven de la historia en vencer, y lo mejor de todo para él es que con los nuevos baremos de superlicencia probablemente es un récord que perdurará durante décadas.


Por último nos toca realizar la comparativa entre Verstappen y Ricciardo. El hijo de "El Boss" no lo iba a tener fácil cuando fue subido frente a un piloto ya consagrado en la Fórmula 1, que ha sonado para vestirse de rojo gracias a sus buenas actuaciones. Pero es que Verstappen se lo está comiendo desde que llegó. No sólo porque en 2016 ha dado su único triunfo a Red Bull, sino que desde que es compañero de Ricciardo, atesora tres podios frente a uno del australiano y desde que comparten box, Max Verstappen ha sumado 77 puntos y Daniel Ricciardo 64. Únicamente sale perdiendo en la confrontación con su compañero en calificación. Ahí gana Ricciardo con un contundente 5-1. 

domingo, 10 de julio de 2016

Tragadera en la curva 1

Fernando Alonso fue uno de los pilotos que pisó la grava a causa del aquaplaning en la primera curva.

Carlos Sainz, Fernando Alonso, Sebastian Vettel e incluso los de arriba probaron la fatalidad que era hoy la curva 1. La lluvia causada por una nube pasajera empapó la pista antes del inicio, salida con Safety Car y otra vez el exceso de celo de Charlie Whiting hizo que Berd Maylander se retirara a boxes cuando la pista se encontraba en estado de neumáticos intermedios. Así que de nuevo a preguntarse qué utilidad tiene para Pirelli fabricar los de lluvia extrema.  Y ya con los neumáticos de seco, los pilotos caían una y otra vez en el charco del punto de frenada nada más pasar por meta.

Con la carrera por fin relanzada, Hamilton enseñaba de nuevo su “Hammertime” desde el inicio, manteniendo distancias mientras Rosberg y Verstappen nos regalaban de nuevo un duelo digno para que el holandés sea una vez más piloto del día. Otro podio suyo y demostrando que será alguien que nos dará largos ratos de conversación.

Si la nota positiva la dan Red Bull y Mercedes, la contraria se la llevan Ferrari y Williams. Los de Grove una vez naufragan en condiciones complicadas y sus pilotos no acaban de ser aquellos que brillaban en las buenas. Mientras que en Maranello, el mal día de Vettel es difícilmente subsanable por el exceso de conservadurismo de un recién renovado Raikkonen a la hora de atacar a Pérez, tal vez sopesando su batalla con Vettel que lo que se le exige a un campeón del mundo.

En el final de todo, bien pudieron saltar las chispas. Primero por la posible orden prohibida por radio a Rosberg con sus problemas en la caja de cambios y luego por la escena previa al pódium. Ahí la tensión fue máxima con los dos pilotos de Mercedes sin dirigirse la palabra. Mucho trabajo queda en la sede de Hinwill para que las aguas vuelvan a su cauce, y más con el liderato a tiro de piedra para Hamilton habiéndole mermado toda la diferencia a Rosberg. 

miércoles, 6 de julio de 2016

La maniobra de la discordia

Imagen del Diario Marca donde nos muestra la trazada normal y la escogida por Hamilton y Rosberg.

Diez segundos y dos puntos en el carnet. Esa fue la penalización que se llevó Nico Rosberg tras su acción con Lewis Hamilton en el Red Bull Ring. Dos puntos menos que visto lo visto, parecen más una reprimenda del programa “Supernany”  que una sanción verdadera. En resumidas cuentas, a la FIA le gusta mucho pegar pequeños tirones de orejas costándole más el llegar a sanciones mayores.

Una y otra vez se pueden analizar tanto la maniobra como las trazadas. Y cada hora que pasa, es menos discutible que Hamilton, al intentar el adelantamiento por el exterior, y al verse Rosberg superado, éste decide abandonar la línea habitual como cual futbolista se desentiende del balón, buscando quien sabe si premeditadamente ese toque con Hamilton volviendo una vez más a hacer el paralelismo con la famosa acción entre Michael Schumacher y Jaques Villeneuve en Jerez. Y el final puede ser similar, porque el infractor es el que ha salido trasquilado después de buscar la lana.


Las relaciones entre Rosberg y Hamilton dudamos que sean las mejores después de los últimos acontecimientos. La tensión se cortaría con el filo de un cuchillo y por ello, desde Brackley deben tomar acciones las cuales son muy complejas de describir. Ya que apartar a Rosberg una prueba en lugar de un Wehrlein venido a más tras su punto en Austria dejaría la imagen de las balas plateadas muy tocada al entenderse de ello que tomarían partido a favor de Hamilton. Una sanción a ambos marcaría por el mismo rasero a infractor y víctima aunque el pretexto perfecto sería usar lo pasado en Montmeló como manera de justificar este hipotético caso. Así que sea lo que sea, la pelota está en el tejado del equipo. Controlar una crisis sin que la sangre llegue al río evitará la segunda versión de Mclaren 2007 es una meta tan prioritaria como volver a ser los dictadores de ambos campeonatos. 

domingo, 3 de julio de 2016

La avaricia se pagó cara


Vettel se lo jugó todo a la fiabilidad de su neumático y lo reventó. Siendo ello la muestra de que hoy no era el día de las tácticas arriesgadas. (FOTO: Facebook F1)

Ni lluvia ni polémicas por los pianos en carrera olvidándose de lo ocurrido en calificación. Austria y el Red Bull Ring son capaces de reconciliar con la Fórmula 1 a muchos espectadores escépticos.  Y es que en terreno de las bebidas energéticas, se pueden vivir las sombras de Toro Rosso en calificación salvando Sainz los muebles como podía, o las luces de un Verstappen que intentó jugársela a lo mismo que en Montmeló, pero que esta vez no salió y se tuvo que conformar con el segundo escalón del podio, buen resultado a los ojos de cualquiera menos para su desmedida ambición que nos muestran el camino de un piloto llamado a domar la Fórmula 1 durante muchos años.

Entre Verstappen y Button se debe dirimir el piloto del día. Si del primero ya hemos hablado, el segundo se ha pegado con un Mclaren realmente difícil para atacar a pilotos con mejores prestaciones que las suyas, viéndose en posiciones delanteras e incluso con su breve segunda plaza se convertía en el mejor aliado de Hamilton. El cual parecía caminar a una victoria fácil que a posteriori no fue así. Esperaba líquido elemento y puso sus ultrablandos en las lonas, perdió tiempo y ahí se dejaba parte de sus opciones. Y más aún con el Safety Car provocado por Vettel, que también abonó un alto precio con una táctica totalmente agresiva, llevando sus blandos al límite de la vida hasta que uno de ellos dijo “basta”. Nada que reprochar a Pirelli a sabiendas de que el teutón asumió unos riesgos que no le salieron bien.

Con estos precedentes, y no más de cuatro gotas sobre el asfalto, quedaba claro que el conservadurismo se tornaba en la mejor opción. Rosberg le había birlado la cartera a Hamilton, jugaba de manera inteligente en los doblajes para beneficiarse del DRS y el británico intentaba un undercut un tanto extraño eligiendo un compuesto más duro que el de su compañero de equipo. Para mayor mérito en la caza de su presa, lidió con un Verstappen  sin goma que Rosberg consiguió meterle por medio.

La última vuelta fue la de la polémica. Hamilton vira hacia el hueco en la segunda zona de DRS y ahí Rosberg le cierra al límite del reglamento, recordando vagamente aquella maniobra de Schumacher a Villeneuve en Jerez. El número 6 sale perdiendo y paga los platos rotos no sólo dejando su monoplaza al borde del desnudo, sino cediendo una importante sangría ante Hamilton.

En medio de todo esto, y sin hacer ruido, Pascal Wehrlein hacía de nuevo historia con Manor siendo décimo, completando un fin de semana en el que desde calificación hasta hoy todo le salió redondo. El único botín que había logrado este equipo fue hace dos años con Jules Bianchi y su novena plaza con la que sumaron dos puntos.