domingo, 29 de mayo de 2016

Red Bull tiró la carrera

Tras el fallido pit stop, Ricciardo presionó a Hamilton, maniobra polémica del británico incluida,  sin conseguir su objetivo (FOTO: www.gpupdate.net)

78 vueltas y hemos querido más. Es lo que tiene Mónaco cuando llueve y el Principado es así más allá del Glamour. Lo mismo vemos un pestiño que una carrera emocionante, y es que si la lluvia final hubiera aparecido dos vueltas antes, la clasificación habría dado algún vuelco más que el inesperado adelantamiento de Hulkenberg a Rosberg sobre la bandera a cuadros.

Para los dos equipos de Red Bull, este no será el Gran Premio en el que sienten cátedra en materia de pit stops. Una larga parada de Sainz le apartaba de unas claras opciones de podio mientras que para Ricciardo las consecuencias fueron más devastadoras. Hamilton, tras verse frenado por el ínfimo ritmo de Rosberg, se tiraba a la caza del australiano arriesgando, dejando su pack de lluvia extrema en las lonas ahorrándose el juego de intermedios para dar paso a los slicks. Ricciardo en cambio, había planificado perfectamente su undercut sobre el de Mercedes y paró en el momento justo. La sorpresa saltaba en el instante en que Red Bull no tenía preparados los neumáticos a implantar, por lo que Ricciardo perdía ahí la carrera.

Cuando la pista se ha ido secando, siempre tras las controversias de las salidas en mojado tras el coche de seguridad, se ha visto algo que no se observaba desde hacía tiempo. Los pilotos montaban compuestos variopintos, no se sabría cual sería el certero, pero las estrecheces de Mónaco invitaban a que eligiera lo que se eligiera, todos llegarían con el juego por el que apostaron a sabiendas de que el adelantamiento se antoja imposible. Lástima que en esas no hayan aguantado hasta el final los dos Sauber. En Hinwill es muy posible que la tensión este subiendo en medio de la crisis financiera que vivie el equipo y los constantes toques entre ambos pilotos, que de no enderezar la situación rápidamente, podrían verse otra campaña más sin estrenar el casillero de puntos.

En esta prueba, tampoco podemos dejar pasar otra de cal y arena. La de cal es para dos pilotos, el citado Fernando Alonso y un Sergio Pérez que sin hacer ruido, y mimando sus gomas, ha metido a Force India en el podio. La de arena se la hemos de dar a Daniil Kvyat, que hace bueno el refrán de “a perro flaco todo son pulgas”. Si aún no se explica por qué lo degradaron bajándole a Toro Rosso, ahora Sainz le bate y encima tiene un fin de semana para olvidar con constantes problemas en carrera.  

miércoles, 25 de mayo de 2016

Hamilton merece reprimenda

Captura de pantalla televisiva de la colisión entre Hamilton y Rosberg en el Circuit de Barcelona.

Tras lo ocurrido en Montmeló, Mercedes tiene ahora la papeleta gorda de evitar una crisis interna entre sus dos pupilos. Las dificultades de manejarla las conocemos de sobra cuando en 2007 la sangre llegó al río de Mclaren, y la falta de autoridad a la hora de el dar un golpe sobre la mesa bajando alguna carrera a Hamilton y Alonso en detrimento de De la Rosa y Paffett castigó a los de Woking en sus dos mundiales, regalándolos a Ferrari.

No hay nada que más rabia dé que un choque entre tus dos pilotos en pista, que luchen sin respeto mutuo y te tengas que ir por ello con un cero. ¿Culpa de Hamilton o de Rosberg? Cada cual tiene su versión siendo poco creíble que únicamente el error en la configuración del monoplaza del alemán fuera la causa.
Unos dirán que Hamilton pecó de loco y optimista al irse por el prado y otros que Rosberg juega sucio al empujarle fuera de los límites de la pista. Sea como fuere, nada autoriza a Hamilton a saltarse la disciplina del equipo, ya que de ser cierta la publicación de Corriere Dello Sport, el británico habría viajado al festival de Cannes desobedeciendo a su equipo, que le habría pedido estar presente en los tests postcarrera con el fin de aportar datos que ayuden a los probadores para el desarrollo del monoplaza.


La rebeldía de Hamilton y su pobre rendimiento este año podrían tener consecuencias a partir de Mónaco. Pascal Wehrlein pensaba estar sólo en mencionados tests con Manor, pero en el último momento fue requerido por Mercedes trastocando unos planes en los que inicialmente entraba Esteban Ocon.

El citado diario, no habla de simple casualidad. Sino que en Mercedes estarían dispuestos a castigar a Lewis Hamilton en el principado, otorgando la alternativa a una de sus joyas, saltando así Wehrlein de un modesto Manor al mejor coche de la parrilla. La madurez de Hamilton fue breve, y parece volver a ansiar los caprichos de 2007 ahora que las cosas no le llegan como él quiere. 

domingo, 15 de mayo de 2016

Max Verstappen entra en la historia

Max Verstappen, en el podio de Montmeló, festeja exultante su primera victoria en la Fórmula 1 y es el máximo exponente del relevo generacional.

Victoria contra todo pronóstico de Max Verstappen en Montmeló y sí, el que apostara su triunfo puede haberse llevado un pellizco gracias al que muchos consideran el nuevo Ayrton Senna.

Ya se pormenorizará cuando toque la debacle de Mercedes con el accidente entre Hamilton y Rosberg. Hoy es de justicia hablar del joven de 18 años que en su primera carrera con Red Bull, ha deslumbrado a todos no ya sólo por ser el más joven de la historia en ganar un Gran Premio, sino porque es el primer holandés en hacerlo y de paso bate así los registros de su padre en la década de los 90, cuando subió al podio en los años dorados de Benetton. La siguiente estación podría ser volver a correr en Zandvoort.

Max Verstappen nos ha cerrado la boca a todos los que opinábamos de él como un ascenso precoz a la máxima categoría, y Red Bull es una máquina a la hora de elegir sus talentos aunque algunos a posteriori no den el nivel esperado o no compartamos sus maneras de actuar.

Verstappen, nada más llegar, parece decidido a discutir el liderazgo del equipo a Ricciardo haciendo bueno el dicho de “vini vidi vinci”. Y en un Gran Premio donde la citada hecatombe de las balas plateadas nos hacía poder disfrutar de una batalla Red Bull-Ferrari a dos bandas. Lo que en principio pintaba como una pelea entre Ricciardo y Vettel por ganar acabó con otros dos actores para ese papel. Verstappen y un Raikkonen que durante varias vueltas le presionó sin que el joven maduro y experto se inmutara. Así que ante las dificultades que plantea el trazado catalán para adelantar, todo se dirimió en una batalla estratégica y de constantes “undercuts” con el enigma de cómo reaccionaría el piloto atacado. Finalmente, erraron los teóricos jefes de filas y acertaron los dos que sobre el papel les deben secundar.


Otro punto a favor de Max es que ha ganado en el circuito en el que se dice que si vas bien en él, irás bien en todos. Y desde luego que puede ser así, Barcelona siempre nos hace esa primera gran visión de dónde se sitúa cada uno. Mercedes sigue un paso por encima de Ferrari y Red Bull, Mclaren de nuevo vuelve a vender humo con sus actualizaciones y supuestas mejoras mientras que algo más atrás la revelación Haas ya pierde fuelle. El farolillo rojo lo pelearán Manor y Sauber. 

miércoles, 11 de mayo de 2016

El adiós a un gran periodista.

La muerte de Carlos Castella dejará un vacío muy complicado de llenar en el mundo del periodismo del motor (FOTO:www.carloscastella.wordpress.com).

No es muy habitual en este blog dedicar una entrada a un periodista. Pero ahora, la ocasión lo merece porque aún no salgo de mi asombro. No puedo dejar de abrir cualquier red social y en los grupos de Fórmula 1 mencionar el fallecimiento de Carlos Castella. Un grande de la prensa, un tipo que ha estado al pie del cañón hasta el último minuto y que hace dos semanas en su web nos obsequiaba con su último artículo sobre el Gran Premio de Rusia.

Se nos marcha una enciclopedia o mejor dicho, toda una biblia sobre el mundo del motor. El DTM era su religión mientas que la Fórmula 1 y demás categorías no le iban a la zaga mientras se marcaba excepcionales entradas con matices históricos. Le apasionaba su trabajo y lo dejaba patente día tras día pudiendo definirle como un periodista de calle, lejos de forofismos y alonsismos exacerbados que ahora pululan en España, no le importaba intercambiar palabras y opiniones con otros seguidores demostrando que pese a su posición, nunca se sentía en una esfera superior al resto.


Muchos eran los ejemplos que corroboran lo que expongo en el anterior párrafo. No le importaba gastar eternas minutadas de su tiempo en contestar comentario por comentario las opiniones que se vertían en su blog en cada entrada de cuasi obligada lectura, y las charlas en el foro de la página oficial de Pedro de la Rosa le hacían un hombre muy cercano a la par de ecuánime e imparcial en sus análisis. Ahora, y con todo nuestro dolor, veremos como precisamente el Gran Premio de España será su primera ausencia a la par de que los circuitos del DTM echarán en falta su asistencia al mismo. Tanto o más que nosotros sus geniales artículos. D.E.P. Carlos. 

jueves, 5 de mayo de 2016

Daniil Kvyat, defenestrado

Los últimos incidentes de Daniil Kvyat le relegan de nuevo al equipo filial de Red Bull, ocupando su sitio el prometedor Max Verstappen. Este hecho puede suponer un golpe muy fuerte contra la autoestima del ruso (FOTO:www.formula1.com)

La paciencia es una virtud que Red Bull no parece poseer. La memoria a corto plazo del equipo de las bebidas energéticas y la exigencia de resultados inmediatos es el pan de cada día. De hecho, los dos podios logrados con ellos (el último en China) no parecen haber convencido a los jefazos y han tomado una decisión tan salomónica como sorprendente. Kvyat baja a Toro Rosso nuevamente mientras que Verstappen asciende a Red Bull anticipando un movimiento que se antojaba para 2017.

El análisis que podemos hacer de esta situación es el siguiente. En Red Bull se morían de ganas por ascender a Max, por lo que había que esperar el mínimo fallo de Kvyat para poder hacerlo y así fue, Rusia fue la tumba del piloto de idéntica nacionalidad después de golpear y arruinar la carrera a Vettel. Red Bull no perdona a pesar de que en el mundo del motor hemos visto pifias peores como cuando Dani Pedrosa arrolló en Estoril a Nicky Hayden y dejarle casi sin mundial al que era su compañero de equipo.

La confianza de Red Bull en Kvyat se ha diluido con la misma rapidez que los neumáticos Pirelli cuando entraron en el mundial. De un buen final de campaña en 2015 discutiendo el liderato del equipo a Ricciardo a ser parcialmente despedido. Porque es así, esto es casi un despido encubierto viendo como Red Bull no suele dar más de tres años a los suyos en el equipo filial, es casi un despido si nos ceñimos al hecho de que lo único que le puede haber atado para completar la temporada es una vinculación con el equipo que en caso de cese oficial devengaría indemnización y probablemente el ascenso prematuro de Pierre Gasly.


En resumidas cuentas. Red Bull es un equipo tan capaz de formar y costear la carrera de pilotos sin apoyos económicos como de echarlos a la trituradora posteriormente. Kvyat ha sido la última víctima, pero los Speed, Liuzzi, Alguersuari, etc saben bien qué se cuece ahí dentro. Y por tanto, Carlos Sainz Jr ahora si tendrá un duro examen y la mejor de las oportunidades para atraer la atención de Marko y pasar así el ecuador de su examen con nota antes de entrar en la túrmix que se ha llevado a todos a excepción de Ricciardo y Vettel. 

lunes, 2 de mayo de 2016

Otro primero de mayo, otra vez sin Senna

La curva Tamburello, lugar en el que Senna perdía la vida, se erige como el lugar elegido para la colocación de una estatua como mejor homenaje. 22 años después, este punto de Imola sigue siendo lugar que muchos quieren observar y visitar.

En este primero de mayo, las redes sociales vuelven a inundarse de fotos de Senna, volvemos a revivir sus hazañas mediante vídeos en la red y para muchos es el mejor piloto de todos los tiempos. Quizás esa afirmación pueda ser más discutible cuando Juan Manuel Fangio, con vehículos realmente precarios, se proclamaba pentacampeón con otra gran generación de pilotos en pista como Alberto Ascari, Luigi Fagioli, “Nino” Farina o Froilán González. Metiéndose pilotos como Mike Hawthorn o Stirling Moss como algunos de los sucesores británicos a estos duelos italo-argentinos que se producían en el génesis de la Fórmula 1.

Cuando coincidían en entrevistas o en eventos, era bonito ver juntos a Fangio y Senna compartiendo vivencias de dos pilotos que merecen como mínimo, ser parte del top 5 histórico de este deporte. A Fangio se lo llevó la propia naturaleza en su ancianidad en 1995, habiendo vivido una vida intensa y con todos los logros realizados. A Senna o al apodo originario de Magic (y no el que tratan de colocarnos otros periodistas) nos lo arrebató la maldita curva Tamburello en Imola.

Las causas reales por las que Senna perdió la vida siguen siendo una incógnita. Muchos somos totalmente partidarios de la teoría de la barra de dirección, pero quizás Sid Watkins, médico y amigo personal que le atendió en esos últimos momentos en los que su “alma había partido” se llevó consigo el más preciado de los secretos.  Tal vez, cuatro horas más tarde, al conocer la noticia, Sid Watkins quedaría probablemente perturbado cuando un día antes de su accidente fatal, y consternado el paulista por el accidente mortal de Roland Ratzemberger, le sugería dejarlo todo e irse a pescar juntos.

Al principio, el accidente no tenía visos de gravedad y todo se centraba en lo meramente deportivo. ¡Maldita sea!, tercer cero consecutivo y el título empieza a tener el nombre de Michael Schumacher. Ese pensamiento se desvaneció al ver a los médicos atenderle, hacerle una traqueteomía de urgencia mientras le tapaban su cara con el fin de evitar el horror y el morbo de los allí presentes. El helicóptero que le transportaba al hospital Maggiore de Bolonia era el más veraz diagnóstico sobre la gravedad de sus heridas, confirmadas en las primeras horas por el equipo médico que se enfrentaba a la más difícil de las misiones.


Ahora, 22 años después, y volviendo a ver todo, un servidor que escribe estas líneas lo hace desde la impotencia la ver como otra vez más, el maldito dinero primó sobre todo y cómo Senna vio el final prematuro a su vida en un Gran Premio que probablemente nunca debió disputarse tras la muerte de Ratzemberger. 

domingo, 1 de mayo de 2016

Batalla en la distancia

Rosberg recibe el trofeo que le acredita como ganador de la mano de un Vladimir Putin más preocupado de salir en imagen y hacer sombra a un evento deportivo de élite (FOTO: www. latestnewsresource.com)

El 1 de mayo siempre es una fecha señalada, nos recuerda que tal día, hace 22 años, nos dejaba una leyenda en la maldita curva Tamburello. Curioso que un fin de semana de Gran Premio no eclipse aún su figura transcurridas dos décadas desde aquel fatal accidente que conmocionó al mundo entero.

Una vez más, Rusia y Sochi son sinónimo de parafernalia. El Gran Premio cuyo trazado no es más que una réplica del extinto Valencia Street Circuit, relanza las ansias de protagonismo de Vladimir Putin quedan por encima de lo meramente deportivo y cansa mucho que su figura para la tv haya de ser más relevante que lo ocurrido. Y es que lo más vibrante de todo ha estado en la salida, fatídica para un Sebastian Vettel que ve casi arruinadas sus opciones cuando únicamente llevamos cuatro carreras. Es normal que pueda sentirse enfadado cuando le embisten de esa manera.

La batalla principal, la de los dos Mercedes que nuevamente se lo jugarán todo, ha debido librarse a muchos metros. Una vez más, Hamilton tira de resiliencia para sobreponerse al enésimo fiasco de su bala plateada. El sábado le tocó a su unidad de potencia y por ende, tener que partir en décimo lugar con una obligada remontada. Bottas se le atragantó y en la segunda mitad de carrera, marcaba tiempos de ir a por Rosberg. Cara al público, se puede decir que Hamilton podía asestarle el golpe al alemán, pero éste sabía lo que hacía y de nuevo echó pie a fondo aumentando las diferencias, diciéndonos que todo estaba bajo control y que este año es una dictadura del vástago de Keke. Hasta ahora, no se puede dudar que está a la altura que se le exige y además los rivales fallan aunque sea por causas ajenas a ellos.


Por otro lado, Ferrari deja patente que necesita más consistencia si quiere volver a luchar por victorias, y más si el piloto que se la ha proporcionado estas dos temporadas hace dos ceros seguidos sin que el finés de la talla. Williams en su ritmo y Mclaren, con un Gran Premio que a priori no le favorecía, dignificó su actuación al meter a sus dos pupilos en los puntos sin tener que sonrojarse de un solitario botín cosechado por su piloto reserva.