La
reciente misiva de los pilotos, firmada por Alex Wurz, Jenson Button y Sebastian
Vettel en representación de la parrilla ahonda más en la crisis que vive el
Gran Circo. Ven una Fórmula 1 obsoleta, en la que urgen los cambios y sobre
todo la forma de gobernar la misma.
Se
puede pensar que el nuevo sistema de calificación ha sido la gota que ha
colmado el vaso. Nadie lo ha comprendido ni a nadie le ha gustado, simplemente decidieron sobre la bocina cambiar
un formato que funcionaba y era atractivo. Ahora, esta novedad podría tener su
última oportunidad en Barhein. Si falla, sabemos a lo que se volverá.
Fernando
Alonso también se muestra de acuerdo cuando afirma que “otras competiciones nos
están adelantando por la derecha”. Razón no le falta como si falta autocrítica a
esos mandos de la Fórmula 1, cuya forma de gobernar parece autoritaria
actualmente, plantando el Gran Premio de Europa en “casual” cita con Le Mans a
sabiendas de que el campeonato de resistencia crece año tras año, y que los
pilotos de Fórmula 1 lo miran para correrlo a la vez que mantienen sus
contratos con sus actuales escuderías. En resumen, la victoria de Hulkenberg el año
pasado, los coqueteos de Alonso con Porsche y demás negociaciones escuecen.
Somos muchos
los que no queremos una Fórmula 1 artificial en sus adelantamientos con el DRS,
ni hipotéticos aspersores que llenen la pista de agua, ni V6 insulsos, ni
pilotos a ritmo de tortuga para no fundirse el combustible, ni quiméricos
sistemas de medallas, ni chispas forzadas en los bajos, ni sustitución de
circuitos míticos para contentar a jeques multimillonarios para que el trazado
se quede vacío, ni dobles puntuaciones para alegrar a los anteriormente
mencionados.
La
Fórmula 1 ha de verse actualmente como un producto empresarial, mantenido por
su afición que paga por verla debiéndose a ella. Y sí, paga cada vez que va a
un Gran Premio o test y paga cuando contrata los paquetes televisivos para
poder sentarse frente al sillón a disfrutar de ella. Porque cierto es que en
España por primera vez es de pago, pero en otros países lleva mucho tiempo con
ese modelo. Así que más escuchar al
aficionado y ponerse manos a la obra para ver cambios reales. Que de momento el
único acierto ha sido ver más variedad de estrategias pudiendo llevar los
equipos hasta tres compuestos de seco por cada Gran Premio.
Toda la razón Borja, yo también prefiero una Fórmula 1 en la que un piloto esté varias vueltas intentando un adelantamiento sin conseguirlo, antes que ver cómo en la primera recta que pueda abrir el DRS le pasará sin problemas. Prefiero una Fórmula 1 en la que haya varios pilotos de varios equipos luchando por el campeonato, que te dejan sordo al pasar, que paren a repostar dando pie a diferentes estrategias, y circuitos como Monza (con grava en la parabólica), Magny-Cours, Ímola o Silverstone, y no Corea, India, Rusia o Abu Dabi. Lo que no logro entender, es que el propio Bernie Ecclestone reconoce que "Esta Fórmula 1 es la peor que ha habido nunca", pero no hace nada al respecto, ni retirarse, ni volver a la reglamentación de hace 10 años, ni impedir que equipos sin futuro lleguen para diversión de sus millonarios dueños, mientras grandes marcas como BMW, Toyota, Jaguar o Lotus han ido abandonando la competición. Lo de la Clasificación ya es el colmo, creo que si sigue en Baréin es porque Bernie ha dado un toque a los equípos, "obligándolos" a salir hasta el último segundo de la Q3, algo incomprensible puesto que todos los equipos menos Force India estaban a favor de volver a la antigua Clasificación. Todo esto sumado a que los derechos son vendidos a televisiones de pago, la F1 se va a pique. Incluso en Reino Unido, mientras su piloto Hamilton arrasa, han bajado las audiencias. Y en 2014 en Hockenheim, a pesar de la lucha entre los Mercedes, hubo menos espectadores que en el DTM. Y yo me pregunto, ¿hasta cuándo van a permitir esto?
ResponderEliminar