Cada vez, más revistas, personalidades e incluso
recientemente Bernie Ecclestone se lanzan al agua para opinar sobre los mejores
pilotos de la historia y hacer su propio “Team Legendario”. Aquellos que han
marcado una época y difícil es siempre dirimir quién ha sido mejor. Algunos
opinamos, que no sólo hay que ponderar los logros, sino también contra quién se
competía o que coches conducían. Por ello, elaboramos este top 10
personalizado:
1º
Juan Manuel
Fangio: Se puede hablar de él como la primera leyenda de la Fórmula
1. Por desgracia, no le vimos cara a cara con otros ilustres como Tazio
Nuvolari. Aún así, cinco cetros mundiales en una época de carreras
interminables, coches inconducibles, falta de seguridad y precariedad le hacen
merecedor de ser el mejor de todos los tiempos.
2º
Ayrton Senna: Tres
mundiales y nunca sabremos hasta dónde habría podido llegar de no interponerse
Tamburello en su camino. Estaba llamado a grandes duelos con Michael Schumacher
y a campear en alguna oportunidad más.
3º
Alain Prost: Progresó
poco a poco y se ganó el respeto tanto en Mclaren como en la pista. Realmente, que el profesor sea cuádruple
campeón mundial en medio de una gran generación le hacen cerrar el podio de
estos diez.
4º
Niki Lauda: Irse de la
Fórmula 1, volver a ella y ganar dicen mucho de su calidad, pero más y mejor se
habla de la misma si observamos su constante implicación en el desarrollo del
coche, a lo que se le añade su pasión y temeridad al volver a pista 42 días
después del accidente que casi le cuesta la vida. Era de esos pilotos que
hacían merecer la pena pagar una entrada.
5º
Michael
Schumacher: Ha pilotado en tiempos más modernos, con unos rivales sin
tanto postín a excepción de Mika Hakkinen y Fernando Alonso. Aún así, siete
títulos, récord de poles y devolver a Ferrari a la gloria después de dos
décadas de sequía deben ser motivos más que suficientes para calificarle de
leyenda.
6º
Nelson
Piquet: Otra de las perlas de la gran hornada que nos proporcionó la
Fórmula 1 en los 80. Tres mundiales ante los Prost, Senna y Lauda con
adelantamientos memorables son suficiente descripción aunque su complicado
carácter le perdiera.
7º
Jack Brabham: El año
pasado se nos fue de este mundo otro tricampeón más, y lo hizo como un verdadero
amante del motor. Compitiendo en unas 500 millas de Indianápolis en la que
pocos del gran circo tomaban parte aunque fueran puntuables para el campeonato
y creando a una escudería de renombre con su propio nombre, valga la
redundancia.
8º
Alberto
Ascari: Otro de los exponentes de una de las grandes generaciones de
la Fórmula 1 (entendiendo los 50 y los 80 como las mejores décadas).
Pilotó para Lancia y Maserati, pero sus grandes logros y sus dos títulos fueron
conseguidos con Ferrari. Plantando cara a los Fangio, Farina, Hawthorn, etc.
9º
Jackie
Stewart: Entre 1969 y 1973 se hizo con sus tres títulos, y sin necesidad
de pisar Ferrari o Lotus. Lo consiguió con Matra y Tyrrell. Y al igual que el
citado Brabham, apostó por crear su propio equipo. Eso sí, sin grandes éxitos
ya que únicamente sobrevivió entre las temporadas 1997 y 1999, suficientes para
meter en sus volantes a Rubens Barrichello o Jonny Herbert.
10º Sebastian Vettel: Ha pilotado
y pilota coches más llevaderos por ser el más moderno de la lista y por el
debate de si la Fórmula 1 es o no demasiado sencilla.
Sea como fuere, Vettel, que siempre tuvo como referencia a “El Kaiser”, se ha
entendido a la perfección con los equipos y sus mecánicos tanto en Red Bull
como en Ferrari, recogiendo cuatro mundiales como fruto de ello con posibilidad
de ampliar.
-
Mejor equipo: Ferrari.
Su palmarés y el hecho de ser el equipo más longevo y único en completar todas
las ediciones del mundial, le hacen merecedor del galardón de mejor escudería
de todos los tiempos.
-
Mejor jefe de
equipo: Ron Dennis. De mecánico fue ascendiendo poco a poco
a lo que es hoy. Su imagen pudo quedar tocada en 2007 por no saber gestionar la
crisis interna de Woking tirando por la borda los dos mundiales, pero hay que
quedarse en él con la parte positiva. Llegó a una Mclaren herida de muerte, en
riesgo de desaparición logrando no sólo salvarla, sino llevarla al camino de
las más laureadas.