Vettel, el gran estratega

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Resurgió como el Ave Fénix de sus cenizas, se repuso de un aciago 2014 y de paso silenció en pista a aquellos que dudaban de su calidad atribuyendo sus éxitos únicamente a las prestaciones de Red Bull. Un equipo que le dio todo y que decidió abandonarlo acertando en su decisión, porque seamos sensatos, ¿quién de nosotros pensaba que era un movimiento sagaz en vista de las cinco campañas que llevaba Ferrari por las últimas de Red Bull?
Sebastian Vettel, con un coche inferior a los Mercedes, ha dado una lección de pilotaje y estrategia a unos plateados que se durmieron a la hora de elaborar su táctica. Cierto es que el factor suerte estuvo ahí cuando el Coche de Seguridad hizo su aparición, pero hay que saber jugar con esos tiempos, y tanto Vettel como Ferrari supieron ver los beneficios de no entrar a la vez que todos, se percataron de que Hamilton y Rosberg tendrían que bregar con monoplazas mucho más lentos y para entonces el cuádruple campeón mundial ya habría tomado las de Villadiego.

Cuando tocó hacerlo, Vettel también activó el “Modo Campeón” con el que Hamilton machacó a Rosberg la pasada campaña, condujo gestionando los “tempos” y contra eso no pudieron hacer nada los demás. Vettel y Ferrari no sólo habían roto la mala racha de no ganar un Gran Premio desde 2013, sino que en la segunda carrera pegan un golpe sobre la mesa dejando claro que hay que tenerlos en cuenta, y que si pueden, no querrán que el campeonato vuelva a ser cosa de dos pilotos y un equipo.

Si Ferrari y Vettel han sido la cara de la moneda, la cruz nos toca dársela de nuevo a Mclaren. Segundo examen al que se presentan y segundo cero que ven en su calificación personal, haciéndolo de nuevo como el peor equipo a excepción de Manor y averiándose los dos coches. Simplemente inadmisible cuando todo esto se llevaba gestando un año, inadmisible con la cantidad de dinero que se está invirtiendo en este proyecto, inadmisible por contratar al piloto más completo de la parrilla para verle pelear por no ser farolillo rojo e inadmisible que nos digan que aún están de pretemporada probando cosas por no haber hecho los deberes a tiempo. Pésimos estudiantes y mucho han de trabajar para al menos aprobar el curso aunque la imagen que están dando ya no se quita ni con KH7 o Don Limpio.

Malasia nos ha dejado cosas interesantes, como el por fin debut de Roberto Merhi cumpliendo su papel y también vistosa la actuación de dos rookies como Max Verstappen y Carlos Sainz Jr. Ambos nos demuestran que son rápidos y con hambre a la par que inexpertos, ya que hemos visto como en numerosas ocasiones se pasaban de frenada y achicharraban neumático por el exceso de ímpetu y no haber aprendido todavía a esperar su momento. 

El valor de las victorias

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En la nueva revista #MuyFandelaF1 encontrábamos una curiosa sección. Se titula“Pasada de Frenada”, destinada ella a declaraciones controvertidas y polémicas que se producen en el Gran Circo, y a las que muchos jefes y pilotos nos tienen muy acostumbrados.
Toto Wolff en Mercedes dedicaba unas “bonitas palabras” a Red Bull diciéndoles “Baja tu jodida cabeza, trabaja duro y trata de solucionarlo”.
Puede sonar descarado, y probablemente las formas no son las más correctas pero ¿falta razón? Ni un ápice. Mercedes no puede ser castigada por hacer bien su trabajo ni desde Red Bull hay derecho alguno a buscar enfrentamientos dialécticos, y mucho menos a plantar un órdago en forma de amenaza de abandonar la Fórmula 1 si no se garantiza la igualdad. Y por si fuera poco, Helmut Marko echa más leña al fuego declarando que “Cuando nadie vea la F1, Mercedes cuestionará el valor de sus victorias”.

Es cuanto menos gracioso y sonrojante para el espectador oír hablar a Red Bull de igualdad y exigir que todo sea parejo. Ellos, que jamás hicieron otra cosa más que celebrar los cuatro campeonatos seguidos de Sebastian Vettel, aburriéndonos en muchas ocasiones con sus dobletes o poles más que cantadas, y pocos eran los que desde fuera cuestionaban la labor del equipo ni hablaba de que aburrieran hasta las ovejas. Más bien lo que llegaban eran loas hacia el trabajo de Newey y su entendimiento con los pilotos. ¿Preocupaban entonces las audiencias en el equipo de las bebidas energéticas? ¿alguien les reprocha que en muchas ocasiones corran con 4 coches atreviéndose a las órdenes entre equipos con Toro Rosso?

Señor Marko, señor Horner y demás. Ustedes tuvieron su tiempo de dominio abrumador, y mientras ahora su trabajo se ha quedado cojo, hay otro equipo que durante varios años han caminado en el desierto a sabiendas de su gran interpretación de las nuevas normas, amén de apostar por una dupla de pilotos de calidad y cómo no, saber controlarlos cuando las crisis entre los pupilos pueden llegar. Así que señores de Red Bull, parafraseando a Wolff, trabajen duro para recuperar el nivel y si deciden pegar la pataleta en forma de marcha, cierren la puerta al salir. 

Esperpento Mclaren

Probablemente Fernando Alonso ya esté totalmente recuperado de su amnesia y es más, en la semana entrante le tendremos probando en el simulador y deseando verle de nuevo en Malasia. Por lo que a saber qué debe pasar por su cabeza al ver a Mclaren de esta guisa en Australia ¿Habrá salido de Málaga para meterse en Malagón? Abandonó Ferrari porque no lograban darle un coche competitivo y se iba a un proyecto ambicioso, tal vez con su última esperanza de volver a ser campeón, un proyecto en el que relegaban a Kevin Magnussen a tareas de tester para contar con la experiencia que siempre puede aportar Jenson Button. Tiraron la casa por la ventana fichando al asturiano porque necesitaban a un piloto líder y un compañero completo y ¿qué tenemos? Un monoplaza que ha hecho un papel de todo menos digno en Australia mientras a la par mejoran en Maranello.

Las excusas se acabaron, y puede sonar hasta inadmisible que un coche que se ha preparado con una antelación de un año, un motor que durante dicho periodo de tiempo no se ha visto tan limitado como otros, una temporada de transición para preparar este desastre y una apuesta de Honda firme únicamente por Mclaren no puede justificarse de ninguna manera.

Ahora Eric Boullier declara que queda una montaña por escalar y para colmo, Boullier no pone fecha para dicha escalada, ¿quedarán más actuaciones como la de Albert Park?
Tampoco es pretexto que el equipo fuera con motor capado. Volvemos a repetir, llevaban un año trabajando sobre esto y el ritmo tanto en clasificatoria como en carrera bien ha podido servir a Stephen King para escribir uno de sus conocidos relatos de terror dividido en varios capítulos. El primero una pretemporada de carencias, el segundo el accidente de Alonso sin explicar, el tercero la nefasta calificación, el cuarto el abandono de Kevin Magnussen antes de empezar y el quinto un Jenson Button reptando por Melbourne por mucho que nos duela decirlo. ¿Punto y final o continuará? Al menos, la no participación de Manor les ha ahorrado el sonrojo extremo de ver a un equipo llegado a última hora, sin rodaje y con graves problemas financieros haciendo tiempos mejores. Habrán salvado la fiabilidad, pero la imagen queda hundida en un sitio más profundo que los restos del Titanic. 

Escabechina australiana

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Es ya una tradición. Melbourne es circuito de muchos abandonos, el trazado semiurbano se suele comer a muchos pilotos pero pocas veces antes de salir. Que se lo digan sino a Daniil Kvyat, Valtteri Bottas o un Kevin Magnussen que ha redondeado un fin de semana para olvidar en Mclaren, quienes casi pescan un punto de la nada aunque la actuación de los de Woking dará próximamente para otra entrada.

Se puede decir que ha habido varios cambios para que nada cambie valga la redundancia. Mercedes continúa no uno, sino dos escalones por encima del resto con un Hamilton conduciendo de nuevo en modo campeón, vapuleando en pista y en lo psicológico a Nico Rosberg.
 Dentro de la mejoría de Ferrari se puede hablar de un equipo en la buena dirección, luchando ya a Williams ser el primero de los mortales en medio del naufragio de los Red Bull, más cerca de sus hermanos pequeños que del podio y notable la mejoría de Sauber con un brillante Felipe Nasr, imponiéndose fácil a su compañero de equipo, que no acaba de dar la talla.

Carlos Sainz Jr en su debut ha “chupado” mucha cámara. Había expectación por ver su rendimiento comparado con el de Max Verstappen, pero nos vamos a quedar con las ganas. Ya que ambos optaron por estrategias diferentes, Sainz salió con blandas y Verstappen con duras en una táctica más agresiva del holandés. Así que sus ritmos por vuelta eran más difícilmente comparables y cuando por fin podía estabilizarse todo en ese aspecto, rotura del vástago de “The Boss” sin darle tiempo a nada.
El rendimiento del madrileño ha sido muy bueno todo el fin de semana, y en carrera se ha peleado con todos hasta su fatalidad en el pit lane, ahí ha estado medio minuto por una rueda que no acababa de entrar y al menos salvó dos puntos. Y es que esta carrera también ha sido la de los múltiples errores en boxes donde no sólo Sainz ha salido perjudicado, sino que los mecánicos de Force India también han tenido un desliz en la parada de Sergio Pérez aunque sin consecuencias en la clasificación para el mexicano. No se puede decir lo mismo para Kimi Raikkonen, cuya estrategia de dos paradas se han saldado con dos errores imperdonables. Uno al atrancarse la pistola y otro por un neumático mal atornillado que le hizo al finés abandonar. Paradójicamente, se ve que Arrivabene si les va a apretar y mucho las tuercas  a todos para que esto no vuelva a repetirse. 

Merhi, disfrútalo

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Es probable que a muchos no les seduzca la idea de ver a Roberto Merhi en un equipo modesto, peleando y bregando en el fondo de la parrilla con un equipo salvado sobre la campana. Pero la llegada al Gran Circo es lo que todo el mundo desea, aunque se trate de una única carrera. Pregúntenle sino a Lotterer el año pasado si no disfrutó de su día, hablemos con Winkhelhock si no se divirtió en aquel Gran Premio de Alemania 2007, donde además se dio el lujazo de arriesgar ante la lluvia y liderar unas cuantas vueltas con ese modesto Spyker.
Pues en esas está Roberto Merhi, probablemente relamiéndose ante su debut en la categoría reina días después de fichar por Pons Racing con el afán de completar una segunda temporada en las World Series. El año pasado casi cae la manzana, problemas con la obtención de la Superlicencia le privaron de subirse al Caterham más allá de unos libres, y ahora no hay nada que frene el estreno.

Los objetivos de Roberto Merhi deben ser claros en este Gran Premio de Australia. En primer lugar divertirse e intentar hacer algo que veremos si el equipo es capaz, me refiero a superar el 107% y no quedarse en el camino como le ocurría siempre a HRT en esta primera prueba. El no haber hecho pretemporada y fabricar el coche contrarreloj no nos hacen ser muy optimistas en ese aspecto. Pero ojalá se consiga y una ver realizado, sería muy bueno para los ojos de los jefes sacar datos relevantes en un coche que se encuentra en desarrollo e imponerse a Will Stevens tanto en clasificatoria como en carrera. Es un reto factible ante un piloto que nunca estuvo por encima de él en las World Series y después de esta experiencia viene la presión. Regresar a la categoría mencionada, devolver a Pons Racing a donde estuvo hace muchos años y refrendar el cartel de favorito que seguramente tendrá junto a los Dean Stoneman, Nick de Vries o Tio Ellinas. 

Metidos en la cuenta atrás

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Fin de la pretemporada y resulta curioso el enfoque que los medios de comunicación suelen dar a los tests. No reflejan su verdadera esencia, vendiéndolo todo como una mera competición cuando lo importante no ha sido el marcar tiempos, sino el sacar conclusiones y dar con la tecla para llegar a Australia en plena forma, exprimiendo las mecánicas hasta la misma avería con el fin de comprobar la fiabilidad. ¿Qué algunos han buscado grandes cronos?, puede ser, y si tengo que referenciar a dos equipos que lo han hecho citaría a Sauber y Lotus. Probablemente con la intención de atraer patrocinadores que les ayuden a sanear su maltrecha economía. De la misma manera, otros pueden estar escondiendo sus cartas y mantenerse agazapados. ¿Mercedes, Williams y Red Bull podrían estar ocultando su verdadero potencial? En Australia saldremos de dudas, ahora únicamente nos quedan las declaraciones de los pilotos, equipos etc que sitúan a Mercedes nuevamente como el equipo que estará otra vez en una división aparte, Ferrari mejorará ¿lo suficiente?, Williams encontrará una estabilidad en forma de rendimiento alto otra vez y Mclaren tendrá un inicio de campeonato sumido en un mar de dudas sin haber sabido beneficiarse del año entero para desarrollar el motor Honda con previsiones de mejora a medida que todo avance. Curiosamente, el nombre de Red Bull apenas sale, quizás una vez más han sido los perfectos estrategas con sus tiempos, guardando sus cartas sin hacer señas que les delaten para que dentro de quince días den un primer zarpazo.

Melbourne no sólo debe ser un punto de partida para los equipos, sino que muchos pilotos se juegan algo más que puntos y honra. Sebastian Vettel, tras un año aciago y probablemente con la cabeza en otra parte se juega mucho en su estreno de rojo. Tendrá que barrer a Kimi Raikkonen si no quiere perder el prestigio que dan cuatro cetros, Daniel Ricciardo deja de ser el piloto revelación que puso en entredicho a Vettel y ahora tiene que asumir los galones en Red Bull, Carlos Sainz Jr debuta con la presión de tener que barrer a Max Verstappen ya que su estancia se le complicaría si se le sube a las barbas un “yogurín” de 17 años, Fernando Alonso disparará sus últimas balas para ser campeón de nuevo y a Pastor Maldonado puede que se le acabe el crédito si repite otra temporada con numerosos accidentes y escaso botín de puntos. Y que no se nos olvide mencionar ni a Romain Grosjean ni a Nico Hulkenberg, dos pilotos que eternamente suenan para recalar en una escudería top y veremos si por fin los rumores que les vinculan con las grandes se hacen realidad. Todo dependerá de su temporada.