Deporte
y política nunca deben mezclarse, son como el agua y el aceite. Y si se
radicaliza todo, como un mechero encendido y la gasolina. Pero en esta ocasión,
las elecciones venezolanas celebradas ayer hacen que Fórmula 1 y política se
den la mano.
Tras casi
dos décadas de políticas similares tanto por parte de Hugo Chavez como por
Nicolás Maduro recientemente, los venezolanos apostaron por el cambio. Un
cambio que puede afectar y mucho a Pastor Maldonado, quien con primero la
recompra de Renault y luego con la victoria de la alianza opositora Mud podría
perder su volante.
Estos
resultados seguro que arrojarán muchas variaciones en el futuro. Y si el país
para salir adelante debiera aplicar medidas de austeridad, éstas podrían
empezar por el deporte afectando directamente a Pastor. Dado que el de Maracay
siempre ha gozado de un importantísimo montante económico que le ha facilitado
un asiento. Esas aportaciones estaban siendo realizadas por la petrolera
venezolana, PDVSA, estrechamente relacionada con el gobierno de Venezuela. Unas
aportaciones que permitían a Maldonado sortear las críticas por sus
numerosísimos abandonos.
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