sábado, 27 de septiembre de 2014

El día que un Senna volvió a coronar Mónaco

FOTO: www.theguardian.com

Hablar de Ayrton Senna y Mónaco es hablar de un amor mutuo entre piloto y trazado. Uno de esos circuitos donde se ve las manos de un piloto y que doctora o hunde a muchas manos.  Pero no siempre hace falta ganar para ser un triunfador en el principado. Senna, en 1984 y con su modesto Toleman bajo la lluvia fue segundo ante la mirada incrédula de quienes veían a un Rookie que no pretendía pasearse. De no pararse la prueba, probablemente hubiera sido el alumno el que diera clases al “profesor” ganando una carrera memorable. 1987, 1989, 1990, 1991, 1992 y 1993 fueron las seis victorias de “Magic” en las calles del angosto trazado sin apenas escapatorias. Aunque si hay que destacar otra actuación de esas que te levantan del asiento es la de 1992. Un año en que los Williams eran coches infinitamente superiores al resto y Senna, en una lección de saber aguantar y tapar huecos, cerró todas las puertas a Nigel Mansell para impedir el adelantamiento.

Meses antes del fatal accidente, Senna nos revelaba que su sobrino Bruno era un as al volante de los Karts. Siendo aún un niño, sobrino y tío compartieron ratos inolvidables y consejos imborrables. Por ello, en 2008 y justo 15 años después de la última victoria de Ayrton en Mónaco, Bruno tomó el testigo. 

En puntos todas las pruebas valen lo mismo, pero en lo sentimental no. Y en aquella tarde en la categoría de GP2, Bruno Senna partía por detrás de Pastor Maldonado en la parrilla, y antes de Santa Devota ya amarró un liderato que nunca más quiso soltar. El apellido Senna había vuelto a lo más alto del podio viniéndonos a la mente lo que acontecía en épocas pasadas. Pero aunque Bruno no haya podido llegar tan alto ni destacar en la máxima categoría, si atesora manos en agua igual que su tío e incluso con un Williams con menos prestaciones quiso continuar lo que Ayrton Senna nunca pudo acabar. 

domingo, 21 de septiembre de 2014

Hammer Time

FOTO: www.gpudpdate.net

Pasearse cuando hay que pasearse y sacar el martillo cuando hay que sacarlo (lo que en su equipo denominan el Hammer Time). Así es Lewis Hamilton, quien paradójicamente ha vivido estas dos situaciones en una misma carrera. Nada extraño cuando nos hayamos probablemente ante el circuito más exigente del mundial, alejado de insulsos tilkódromos y escapatorias de asfalto que no penalizan en su error.
Aunque sea una carrera larga, Singapur nos ofrece siempre espectáculo no sólo porque se agoten las dos horas a nada que pase o porque salga siempre el coche de seguridad, sino porque éste aparece cuando menos se espera, el piloto ha de gestionarlo todo de manera impecable (gasolina, frenos, neumáticos…) y las exigencias físicas son altísimas. Lo que aguantar sin poder ingerir líquido como hoy le ha ocurrido a Kvyat y Magnussen es ya una victoria moral. Máxime cuando son dos rookies que se enfrentaban a la prueba más complicada de sus vidas.


Volviendo al Gran premio en sí, desde luego que Pedro de la Rosa tenía razón en su retransmisión de Antena 3. La suerte en los equipos se termina igualando, y lo que al principio eran lamentos de Hamilton ahora pasan al box de Rosberg. Y al equilibrarse todo se aprecia que Hamilton es más sólido que Rosberg y su liderato es más que merecido actualmente. Y como se ha comentado en el párrafo de atrás, Hamilton ha tenido que sudar una victoria que parecía plácida. Se equivocaron al permanecer en pista con el Safety Car pero ¡Qué más da! Somos los Mercedes, podemos sacar dos segundos por vuelta al resto de los mortales, permitirnos el lujo de perder momentáneamente la primera plaza y luego “lijar” a Vettel para ganar con 15 segundos de ventaja.   Y en eso se resume todo este Gran Premio en el que la fiabilidad juega más que nunca un papel fundamental. Sino que se lo digan a Kobayashi, que le falla el coche y el cariño de su equipo. 

lunes, 15 de septiembre de 2014

Sainz y Merhi, frente a frente

FOTO: www.revistadelmotor.es

Se tildaría de loco al que dijera hace un año que dos pilotos españoles lucharían por el campeonato de las World Series, que esos mismos nombres además mirarían de reojo a un mismo asiento de Fórmula 1 como es el de Kamui Kobayashi en Caterham y más locura parecía que esos dos figuras fueran Carlos Sainz Jr y Roberto Merhi.

Con lo ocurrido en 2013 se puede decir que quien apostara por ellos en las casas de apuestas de cara a esta campaña pillaría un buen cacho. Sainz Jr no le encontraba el feeling a la GP3 observando desde la distancia el título de Daniil Kvyat y Merhi afrontaba otra temporada más estancado en el DTM con las consabidas escasas expectativas de que ese campeonato te catapulte hacia la Fórmula 1. Ambos necesitaban cambiar aires. Para Carlos Sainz Jr se acabaron las aventuras esporádicas en las World Series y era la hora de plantarse ahí para ganar mientras que Roberto Merhi tenía que retomar su carrera en los monoplazas tras su victoria absoluta en F3 Euroseries y reencontrarse con su talento como así ha hecho.

Saltamos párrafo y es hora de mojarse por el favorito, que ha pasado de ser Carlos Sainz Jr a Roberto Merhi. Ya que el automovilismo, como la inmensa mayoría de los deportes tiene un importante hándicap psicológico, y esto no iba a ser menos. Los 115 puntos de los últimos 121 catapultan a Merhi en su caza de Carlos Sainz Jr después de menguarle 70 puntos. Le ha tomado la medida a la categoría, su confianza rebosa máximos históricos y su presencia en los Libres de Monza con Caterham  le ha cargado las pilas totalmente.
Caso diferente es el del piloto madrileño. Tuvo un inicio de grandes manos, mostrándose superior a cualquier piloto de la categoría, pero su rendimiento mengua y su autoestima puede haber quedado muy tocada después del repentino anuncio de Red Bull sentando a Max Verstappen a bordo de un Toro Rosso. Restan dos eventos o lo que es lo mismo, cuatro carreras. Paul Ricard y Jerez dictarán sentencia.  

domingo, 14 de septiembre de 2014

La Fórmula E, a consolidarse

Mucha expectación había generado durante la semana el estreno de la “Fórmula 1 eléctrica”. A nadie le dejaba indiferente este nuevo concepto del automovilismo y a su vez extraño para muchos a la hora de verlo. Sí, una competición íntegramente eléctrica, ecológica y barata ya se había acoplado entre nosotros. Aquí sobran las mangueras de los repostajes, el rugir de los vehículos era desconocido e incluso chirriante pero la primera impresión es nítida. Nos adaptaremos y esto va a merecer la pena.

Esta primera prueba en Beijing ha sido sinónimo de igualdad y aunque aún faltan cosas por pulir (como es la falta de velocidad o intentar que las baterías aguanten toda la carrera) para nada ha decepcionado. Las manos de los pilotos han sido fundamentales para conseguir mejores o peores resultados, y si los Nick Heidfeld, Sebastien Buemi, Jaime Aguersuari, Jarno Trulli, etc apuestan ciegamente por correr aquí puede ser sinónimo de un proyecto ambicioso.
Tal vez falten también circuitos permanentes en lugar de gozar de un campeonato íntegramente urbano, pero las limitaciones de esta clase de circuitos no han sido impedimento para observar adelantamientos y luchas con las espadas en todo lo alto. Una emoción que no ha estado exenta de polémica, ya que en la última vuelta la maniobra de Nicolas Prost con Nick Heidfeld cuando el alemán le rebasaba costará al galo  le costará 10 puestos en parrilla para la prueba de Putrajaya dentro de un mes aparte de regalarle la victoria a Di Grassi. De humanos es equivocarse y de sabios rectificar, por lo que el hijo de “el profesor” reconoció su error y en las redes sociales se disculpó con Nick Heidfeld.  

La duración de las baterías no invitará mucho a la imaginación a la hora de alargar más o menos las paradas, pero éstas no han perdido un ápice de importancia como pudimos observar durante la carrera. Más de un minuto en el box cada piloto para cambiar de monoplaza y esos segundos que diferencian a unos y otros a la hora de hacerlo son vitales. Tanto es así, que de desaparecido a contar para la victoria pasó Nick Heidfeld. 

martes, 9 de septiembre de 2014

¿Divorcio a la vista?

FOTO: www.elconfidencial.com

Mclaren-Vettel,Vettel-Mclaren. Tema recurrente desde que se conoció que en Woking han planteado una jugosa oferta por el cuádruple campeón del mundo para volver a la senda ganadora con un ambicioso proyecto. Vettel pidió hace poco tiempo para meditar una oferta que cada día está más cerca de aceptar a tenor de los acontecimientos.

La relación entre Vettel y Red Bull parece deteriorada a medida que pasan los Grandes Premios y en Monza se ha tensado mucho la cuerda cuando se confirma algo que es lógico. Ante el rendimiento de Ricciardo y sus aún opciones de acabar campeón las estrategias deben ser favorables al australiano y han de estar alerta por si en Mercedes de nuevo vuelve a cortarse la tensión con un cuchillo. Ya se sabe, “a río revuelto ganancia de pescadores”, Raikkonen lo sabe muy bien.
Las cosas no están saliendo bien esta temporada y desconocemos si Vettel simplemente sufre de adaptación a la nueva normativa o hay otro aspecto psicológico que le impide sacar el potencial que atesora. Puesto que ha lanzado un dardo envenenado al declarar “la televisión española tiene más confianza en mí que en Red Bull”.

 Lo ha dicho todo, no se siente querido y arropado por su equipo como antes pudiendo estar dispuesto a no cumplir el año de contrato que le resta para probar un nuevo proyecto. El piloto fetiche de la cantera de Red Bull, el que fuera máximo exponente del Red Bull Junior Team, el que ha pasado media vida al amparo de las bebidas energéticas sopesa abandonar el nido provocando un terremoto en la parrilla. Él no es feliz quedando cuarto, quinto o sexto cuando hace menos de un año se marcaba vueltas rápidas al final de carrera por satisfacción y nos deleitaba con los donuts. Así que por el momento, el famoso dedo tendrá que esperar.

domingo, 7 de septiembre de 2014

La casa de los horrores

Con Imola fuera del calendario, hablar de Monza no es sólo hablar del templo de la velocidad, es buscar el diccionario y vendrá como sinónimo “casa de Ferrari” a lo que se ampliaría la definición como “sitio donde se reúnen multitudinarios tifossi para animar a Ferrari y sus pilotos” no fallando nunca la estampa de rojo decorado este año incluso con bengalas de dicho color.

Ante tal ambiente, dar la talla es toda una obligación aunque no se pueda soñar con inmiscuirse en la guerra de los Mercedes o los Williams, pero no ha sido así. Correr en casa ha supuesto la peor pesadilla que podía imaginar el equipo con una actuación pobre desde el sábado, dejando patente que no había ritmo y el irse hacia la zona media-baja era cuestión de tiempo durante la carrera. Y todo se torció más si cabe con la avería de Fernando Alonso justo delante de una de las tribunas pobladas por los seguidores de Maranello obligando al asturiano a abandonar. Y es que Kimi Raikkonen tampoco ha rayado a la altura que se le puede exigir. Ha salvado dos puntos gracias entre otras cosas a la pasada de frenada de un Daniil Kvyat que ya le acosaba y la sanción de cinco segundos a Kevin Magnussen. Simplemente hora de pasar página para los del “cavallino” y centrar sus esfuerzos para lavarse la cara en Singapur.

En el resto del Gran Premio guión esperado en todos los sentidos, los Mercedes dominan y los dos errores de Rosberg dejan a Hamilton con una imagen de piloto más sólido que el alemán y al que superará en la clasificación si la mecánica le respeta o el propio Rosberg no le colisiona de nuevo. De Williams pues se podría comentar que han aprendido la estrategia de Red Bull al saber esconder sus cartas hasta el último momento. Por lo demás, se ha podido divertir el espectador con algunas luchas como la que han protagonizado Sergio Pérez y Jenson Button.

jueves, 4 de septiembre de 2014

¿Tres años más?

FOTO: www.motorexpress.es

Hace unos meses publicábamos el artículo de “Ferrari Merece otra oportunidad”. Pues poco a poco el tiempo va dando las respuestas a esa disyuntiva.
Parece cada día más obvio que en Ferrari hay cambios y muy fuertes. Cada semana rueda una cabeza y el hecho de que tanteen la vuelta de Ross Brawn es sinónimo de que hay un proyecto, han cambiado el discurso de “el año que viene estaremos para ganar” al “necesitamos tres años”. Al fin hay sinceridad y actos más allá de las buenas palabras, y al fin reconocen que los problemas que tenían eran profundos y que algo fallaba en la estructura, que no podía ser culpa de una dupla de pilotos compuesta por el que se considera el mejor piloto de la parrilla y que cada fin de semana hace algo especial para salvar la honra roja, ni de un campeón del mundo como Kimi Raikkonen a pesar de que esté en horas bajas. Y sobre todo, más flagrante es el error cuando fichan al mejor piloto de pruebas de todo el paddock y no consiguen mejorías.

La cuestión es si se debe soportar tres años más en esta situación. Bueno, mejor dicho, si Fernando Alonso tendrá más paciencia para hacer milagros durante el citado tiempo a sabiendas de que Raikkonen pondrá punto y final a su periplo en 2015.


Alonso lleva desde 2010 en Ferrari y tan sólo el primer año pudo soñar con ser campeón, el resto ha sido sacar agua en medio de un desierto y ahora, a sus 33 primaveras, debe valorar si le compensa esperar esos tres años, cumplir los casi los 37 para intentar ser campeón con Ferrari  o evaluar las alternativas que puede ofrecerle una Silly Season movida, dado que los tres grandes de la categoría (Alonso, Hamilton y Vettel) podrían estar en el mercado. 

LAS ALTERNATIVAS

Ferrari ofrece un proyecto a largo plazo y con la incógnita de si dará resultados o no. A cambio Fernando Alonso continuaría teniendo el rol de piloto número 1 y un equipo trabajando por y  para él.
Los rumores sobre una posible vuelta a Mclaren siguen dando que hablar aunque éstos hayan perdido fuerza en los últimos meses. Un regreso a Woking con las heridas de Alonso y Ron Dennis sin cicatrizar podría no ser nada bueno. También Mclaren ha planteado una oferta muy seria por Sebastian Vettel que el teutón se está pensando seriamente.

En Mercedes bajan aguas turbias por la pelea entre Hamilton y Rosberg, algo que se ha acrecentado estos últimos días con el toque en Spa. De tener una dupla que casi era un seguro de vida a observar como Lewis Hamilton podría volar posponiendo las negociaciones de renovación hasta final de temporada. ¿Buscará volver al regazo de Ron Dennis?

Recalar en Red Bull en cambio si es una quimera. Aunque Vettel acepte la golosina de Mclaren, no sería de extrañar que otorguen ya el segundo volante a Kvyat todo a vez que ya confían en Daniel Ricciardo como un piloto sólido para ser campeón.

Williams es la alternativa más lejana que ha sonado en los últimos tiempos. Buscan renovar a Valtteri Bottas como sea y bien merecido se lo tiene mientras que necesitan el dinero del Banco do Brasil que aportan los dos Felipes (Massa y Nasr). El rendimiento en cambio sería dudoso, ya que los de Grove están alternando años buenos con otros para olvidar.