FOTO: De la Rosa y Alonso, junto con el Marqués de Portago, los españoles que saben lo que es pisar el podio de la F1.
La
llegada de Fernando Alonso ha traído muchos seguidores frente al televisor
aunque para quienes veíamos este deporte desde mucho antes, observábamos que ya
era algo emergente en España. Telecinco apostó en los 90 por la Fórmula 1 y los
diarios dedicaban alguna reseña a lo que ocurría en las carreras. Videojuegos
ya vetustos como el Ayrton Senna Mónaco GP eran vendidos en las consolas y la
muerte del brasileño en Ímola fue incluso portada en diarios de tirada nacional.
Fernando Alonso, con sus dos títulos mundiales perfectamente decorados con
victorias y podios en muchas pruebas hace parecer todo fácil, que lo que logra
está al alcance de cualquiera e incluso las empresas dejan tirados a muchos
otros españoles prometedores por apoyar al asturiano. Esto nos ha llevado a no
valorar por ejemplo lo que logró Pedro de la Rosa con su segundo puesto en
Hungría o la breve presencia de un equipo español de Fórmula 1 en el Gran
Circo. Y de esto último, pocos sabrán la historia de Bravo F1, un equipo
liderado por Adrián Campos para meter en los 90 el primer proyecto de escudería
íntegramente española, habiendo apalabrado la contratación de Jordi Gené e
incluso tantearon la posibilidad de contratar a Damon Hill, que a la postre
sería campeón del mundo en 1996. Aquel proyecto fracasó con la irrisoria cifra
de 4 mecánicos y no pasando los “Crash tests” humillando al vehículo con el
calificativo de “basura”. Adrián Campos
entonces se rindió y su socio Nick Wirth no, naciendo entonces el equipo
Simtek.
También
hemos de tener en cuenta que España siempre ha estado lejos de ser una potencia
en materia de pilotos. En 1951, Paco Godia y Juan Jover compartieron box en la
Scuderia Milano motorizada por Maserati en la octava y última carrera del
campeonato disputada en Pedralbes. Godia acabó décimo y Juan Jover no pudo
clasificarse terminando así su brevísima aventura mundialista. En cambio, Paco
Godia repitió en Pedralbes en 1954 para acabar sexto con Maserati regresando al
equipo en 1956. Año en que logró puntuar acabando cuarto en los Grandes Premios
de Alemania e Italia. Esa misma temporada, el Marqués de Portago se montaba en
el Ferrari durante el Gran Premio de Gran Bretaña (también participó en
Francia, Alemania e Italia corriendo de la misma manera algunas pruebas en
1957) para acabar segundo en una carrera que compartió el mismo coche con otro
piloto, algo permitido en aquellas temporadas.
Después
de ese inicio esperanzador vinieron los tiempos de escasez. Antonio Creus probó
suerte en el Gran Premio de Argentina de 1960 retirándose en la vuelta 16 y los
70 no fueron para nada mejores. A los pilotos que hubo entonces les costaba un
mundo llegar al domingo como se ve en el ejemplo de Alex Soler Roig. Nueve
veces lo intentó y en ninguna pudo clasificarse para correr. Jorge de Bragation
trató de competir dos veces. La primera fue rechazado y en la segunda compró el
Surtees TS16 para competir en el Jarama. Y a Emilio de Villota no le fueron mejor las
cosas. Sólo logró clasificarse dos veces para correr entre las 14 que lo
intentó entre las temporadas 1976 y 1982. Emilio Zapico se quedó a siete
décimas de clasificarse en el Gran Premio de España de 1976 con un Williams que
contaba con un año de antigüedad.
Década de sequía y llegada de Adrián Campos a la Fórmula 1 en 1987 de la mano
de Minardi. Sus andanzas en el equipo italiano duraron hasta el Gran Premio de
Canadá de 1988. Periodo suficiente para compartir equipo con el novato Luis
Pérez Sala antes de que el primero fuera reemplazado por Pierluigi Martini. El
propio Pérez Sala logró un año después su primer punto al finalizar sexto en
Silverstone. Tristemente para él, fue su última temporada en la Fórmula 1
abriéndose otros largos diez años hasta que España volvió a tener presencia en
la categoría reina estando entre medias el fracasado proyecto de Bravo F1 que
ya hemos citado.
En 1999
se abría el sol con el aterrizaje de Pedro de la Rosa y Marc Gené. Dos
catalanes que traían un gran postín en categorías inferiores. De la Rosa, con
el apoyo de Repsol, firmaba por Arrows después de sus éxitos en Japón
consiguiendo un sexto puesto el día que debutaba en Melbourne. Hasta entonces,
y con un sistema de puntuación tan reducido, pocos podían decir que sumaron el
día de su estreno. Marc Gené se convertía entonces en el tercer piloto español
de Minardi tras ganar el Euro Open Telefónica By Nissan. Repitió la hazaña de
Pedro al puntuar en un caótico Gran Premio de Europa en Nurburgring. Ambos
permanecieron en sus equipos para recibir al siglo XXI y a muchos nos rechina
el manguito que costó la carrera de De la Rosa en Austria cuando marchaba
tercero, manteniendo a raya a los dos Mclaren con su modesto monoplaza, el cual
puso las cosas difíciles a los grandes también en Canadá. Tras su despido
incomprensible, coqueteó con el equipo Prost y Niki Lauda se llevó el gato al
agua haciéndose con sus servicios para competir en Jaguar la temporada en que
Fernando Alonso debutaba con Minardi. Marc Gené firmaba entonces por Williams
como reserva y gracias a la lesión de Ralf Schumacher en 2003 acabando quinto
en Monza liderando incluso una vuelta. De la Rosa, después de su infausto paso
por Jaguar, acabó en Mclaren como probador y tuvo la alternativa en 2005 en
sustitución del convaleciente Juan Pablo Montoya con vuelta rápida y espectáculo en Barhein. En
2006 hizo el final de temporada por el despido del colombiano logrando el
mencionado segundo lugar de Hungría antes de volver a sus labores de probador y
fichar posteriormente por Sauber y HRT.
Corta pero intensa ha sido la trayectoria de Jaime Alguersuari, apadrinado por
Red Bull, lo soltó al ruedo sin experiencia en la Fórmula 1 para suplir a
Bourdais en Toro Rosso y ahí estuvo tres años. Logrando junto con Sebastien Buemi
varios puntos para Faenza.
Con
este extenso artículo, vemos que para nada ha sido fácil la trayectoria
nacional en la máxima categoría y mucho ha habido que sufrir sólo por puntuar
así como mantenerse en un equipo. Lo que da lugar a tener que valorar más
positivamente si cabe los éxitos de Alonso. Puesto que se ha citado a los
pilotos que han tomado parte en Grandes Premios, pero muchos de ellos
simplemente probaron con equipos sin llegar a competir como son Andy Soucek,
Adrián Vallés, Roldán Rodríguez, Borja García, Marcos Martínez Ucha, Dani Clos,
Javi Villa, Jordi Gené, María de Villota y por último Carlos Sainz Jr y Daniel
Juncadella. Éstos tienen muchas opciones de competir en el futuro siendo un
error meterles tanta presión por lograr resultados como los de Alonso.
¿Recordamos como Miguel Induráin marcó una época y nos empecinamos con que
Abraham Olano tenía que ser su sustituto como si fuera algo sencillo? Pues no
repitamos lo mismo.