Los equipos modestos y el estado de la F1

FOTO: HRT fue la primera en abandonar ante las dificultades financieras

Hace unos días escribía sobre Caterham y en estas horas vemos como el equipo se desangra a pasos agigantados. Su presencia en Austin está en el aire y los empleados apenas pueden acceder a la sede de lo que ahora es y muy probablemente en unos meses no será por una venta que parece ser ahora que no se completó y Tony Fernandes vuelve a la escena.

Independientemente de quién haya montado todo este lío, la situación es de profunda catarsis. Hay que coger el bisturí y abrir en canal del cuerpo de la Fórmula 1 para examinarlo paso por paso. Empezando por estos equipos modestos que presentaron su candidatura para empezar en 2009 con la premisa de un límite presupuestario que nunca se hizo realidad, ahí pesó mucho la opinión de las escuderías grandes o clásicas, que incluso llegaron a plantear un campeonato alternativo. Con la derogación de ese límite, los nuevos estaban condenados a su muerte. De hecho ninguno de los proyectos originales salió adelante. Campos Meta fue traspasada a José Ramón Carabante para montar Hispania Racing (posteriormente HRT) donde el infame Colin Kolles volvía a las andadas siendo los primeros en tener que cerrar después de tres años agonizantes. Manor fue vendida al grupo Virgin que entraba fuerte a la Fórmula 1 después de esponsorizar a Brawn GP. Y qué decir de USF1, que ni siquiera vieron la luz y fueron reemplazados por Lotus (ahora Caterham). Ahora llega a la máxima categoría Haas F1 y sus primeras declaraciones son poco halagüeñas afirmando que los primeros cinco años serán de supervivencia. Poco perdón tiene eso cuando ellos entran a sabiendas de que no hay límites presupuestarios.

Si lo de los equipos da para largo en conversación, lo de los pilotos y sus carteras no es menos. ¿Alguien se habría planteado la renovación de Pastor Maldonado o Esteban Gutiérrez si no es por los apoyos monetarios que traen detrás? La excusa de la poca competitividad de sus monoplazas no sirve de pretexto ante su bajo rendimiento siendo de especial crítica lo del venezolano. ¿Se puede confiar en alguien que en las dos últimas temporadas ha sumado únicamente un punto, ha sido superado por sus compañeros y provoca múltiples accidentes? Pues renovación al canto para 2015.
Realmente, ahí hemos tenido también probando en tests a los Rodolfo González, Ma Quing Hua o Ricardo Teixeira a pesar de demostrarnos por rendimiento y palmarés general que sus manos debieran estar lejos de la máxima categoría. Y ver a todos ellos ahí es algo que escama cuando recordamos que Hulkenberg fue cesado en Williams tras un año de Rookie notable con pole incluida únicamente por no llevar billetera. Y mientras ellos están ahí, Alguersuari ve su carrera pseudofiniquitada en plena juventud, Montagny sin una oportunidad decente con buen palmarés, Sainz Jr y Merhi buscando su oportunidad que a saber si llegará, Frinjs en fuera de juego teniendo un palmarés envidiable. En fin, reflexionar reflexionar, que Ecclestone no lo hará por vosotros. 

¿Fórmula 1 en Madrid?

FOTO: Exhibición de Fernando Alonso en 2003 llevada a cabo en el Paseo de la Castellana (www.elconfidencial.com).

A muchos les recordará el titular los tiempos donde el Circuito del Jarama albergaba Grandes Premios de Fórmula 1. Viendo en su pista rodar a los Niki Lauda, James Hunt, Emerson Fittipaldi, etc. Pero no, nada hay más lejos de la realidad y el Jarama continuará como ese circuito vetusto que no supo adecuarse a los tiempos que corren.

Según “El Confidencial”, Bernie Ecclestone estaría negociando ya la posibilidad de que Madrid albergara una carrera urbana de Fórmula 1 o lo que es lo mismo, llevar el fallido proyecto de Londres a esa ciudad que ya ha desistido de organizar unos Juegos Olímpicos después de tres intentonas fallidas.

Sin duda que dicho así cuesta asimilar la posibilidad de que los Fernando Alonso, Sebastian Vettel, Lewis Hamilton, etc atraviesen el centro de Madrid a 300 por hora al más puro estilo Gran Turismo. Pero la opinión que merecerá a más de uno es si no hemos aprendido la lección o si se cumplirá una vez más eso de “el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra”. Porque seamos serios, un país que actualmente está recortando en sanidad, educación y en los servicios más esenciales a la vez que soporta tasas insostenibles de paro no puede permitirse el lujo de otro desfalco. Y más cuando el fiasco del Valencia Street Circuit está tan fresco en muchas memorias. Bendito negocio para Francisco Camps, Rita Barberá y demás personas que integran la Generalitat Valenciana con un montón de dinero despilfarrado, un trazado abandonado a su suerte mientras no supieron mirar que el Ricardo Tormo estaba al lado y se podía reformar. Ah, y que no se nos olvide, una jugosa indeminzación para Ecclestone por romper un contrato que tenían firmado hasta el año 2020. 

La "suerte" del campeón

FOTO: www.finanzas.com

Las World Series by Renaut ya tienen nuevo campeón. Se trata de Carlos Sainz Jr, que sucede en el palmarés a Kevin Magnussen y a su vez da a Dams su segundo título consecutivo de pilotos. Y bien es cierto que para llevarse cualquier campeonato (y más este) hacen falta muy buenas manos. Sainz las ha demostrado, pero la suerte también tiene que acompañar y aunque ésta ha sido un tanto equitativa para Sainz y Merhi, en el momento clave se puso de parte del madrileño.

La primera de las dos mangas que cierran el campeonato en Jerez se presumía tensa para el del Red Bull Junior Team, su plan muy probablemente era realizar una carrera conservadora y marcando a Roberto Merhi aunque complicada era esa táctica saliendo desde la posición quince, ya que dos formas de pensar se te cruzan en un mismo instante. Por un lado has de correr “a ver qué pasa” mientras que la otra te pide atacar, ser agresivo para sumar esos puntos que te hacen falta para ser campeón. Pero la diosa fortuna hoy si estaba de su parte cuando Merhi salía con el cuchillo entre los dientes, dispuesto a no tirar la toalla hasta que Will Buller se lo llevó puesto en la primera curva. Ahí Carlos Sainz Jr era campeón y no tenía que pensar en nada, simplemente hacer su carrera con una sonrisa de oreja a oreja y habiendo salvado la integridad de su monoplaza después de tocarse con Óscar Tunjo. Cómo habrá echado su padre en falta la suerte en el momento crítico chirriándonos aún el “trata de arrancarlo Carlos” de Luis Moya dejándose un mundial de Rallys a escasamente 500 metros de la meta. Así que aunque como digo hay que ser muy bueno para vencer en un certamen, también la suerte tiene que estar de tu parte en esas fases delicadas.

A MIRAR AL FUTURO

Habiendo sentenciado el campeonato, ahora ya si puede colocar toda su cabeza en la temporada 2015 con un montón de incógnitas para él.
El anuncio de la salida de Vettel de Red Bull tomándose la decisión de ascender a Daniil Kvyat abría de nuevo las puertas de Toro Rosso al bueno de Carlos. Una puerta que parece volver a querer cerrarse cuando han declarado públicamente que valoran continuar con Jean Eric Vergne para 2014 dado que necesitan a un piloto con experiencia al lado de Max Verstappen. Simplemente decisiones inexplicables que se toman dentro del seno de la escudería de las bebidas energéticas.
Si se confirma la inesperada continuidad del piloto galo por cuarta temporada consecutiva, será  hora de dar un puñetazo encima de la mesa e incluso plantearse el ser tutelado por otro equipo que de verdad si esté dispuesto a avalar su llegada a la Fórmula 1. Porque más no se le puede exigir y de tomarse la decisión de dejarle de lado, tendremos que pensar que hay algo extradeportivo que se torna en mal ambiente entre Carlos y Red Bull o simplemente que aún sin entenderlo, algo no le agrada de Sainz a Marko. 

La lenta defunción de Caterham

Totalmente verídico es que más de la mitad de la parrilla pasa por problemas financieros, que los pilotos de pago se han convertido en un triste recurso a subsanar y que las billeteras priman más que el rendimiento a la hora de firmar contratos. Pero siempre es doloroso ver a un equipo agonizar lentamente como lo hace actualmente Caterham.

Mucho se habla de prolongar el contrato de Marcus Ericsson para la próxima campaña, pero esas rúbricas muchas veces no son más que papel mojado cuando el fantasma de la desaparición te persigue, sino que se lo digan a Pedro de la Rosa. Que vivió desde dentro la muerte de HRT a pesar de haberse comprometido por dos temporadas con la ilusión de ayudar a progresar a un equipo de su país.

Lo cierto es que para Caterham ya vinieron torcidas las cosas antes de empezar la campaña. Fueron claros y tajantes, si esta temporada no eran capaces de meterse en zona de puntos habría que plantearse el cerrar el chiringuito. Y los peores augurios se venían confirmando a medida que se les veía otra vez en la misma o peor tesitura, siendo superados por los Marussia y sin saber aprovechar el cambio más radical que ha dado la F1 en su historia. Y los nubarrones se transformaron en tormenta cuando oficializaron la venta del equipo a Colin Kolles. No podía ser, volvía el hombre experto en criticar con dureza y sin educación las estructuras pasadas cuando entraba en un equipo, regresaba el hombre que ninguneaba el talento de los pilotos que tenía el equipo para anteponer las chequeras de otros a los que les sacaba el dinero de sponsors por conducir o simplemente probar escasas veces el coche, regresaba el hombre que nunca duraba más de un año allá donde estaba, de nuevo estaba presente el hombre y su equipo de confianza por el que los empleados salían siempre escaldados. Mejor dicho, volvía el caballo de Atila de la Fórmula 1 para que por donde pasara la hierba no creciera más. 

Tristemente, los peores pronósticos comienzan a cumplirse en forma de agonía lenta ante un equipo que empieza a necesitar de oxígeno para vivir. La primera mala confirmación ha llegado hace escasos días con la venta del equipo de GP2 a la estructura de Status GP, convirtiéndose éstos en la sexta escuadra que tendrá presencia en GP3 y GP2. Caterham pierde lo que fue. 

Desgranando a Kimi Raikkonen

FOTO: www.fansshare.com

Toca realizar un artículo un tanto sensible esta vez, esos que dividen opiniones y de los que a su vez uno puede salir aplaudido o vilipendiado. Dependiendo siempre todo del punto de vista de cada uno.

No cabe duda de que quizás la gran decepción de la temporada es Kimi Raikkonen, un piloto peculiar y difícil de comprender para la afición. “Iceman” es capaz de sacarnos las mejores loas y las peores críticas, no tiene ese punto medio que si nos pueden dar otros y por ello toca analizarle profundamente.

Realmente Raikkonen es rápido y un hueso, pero únicamente cuando las cosas le vienen de cara. Por ello su retirada a final de 2015 es posible que nos deje a muchos con un rostro de indiferencia. No es ambicioso y nos da la sensación de que un único mundial le vale. No tiene ese ansia de marcar una época y comerse el mundo como Fernando Alonso, Lewis Hamilton, Sebastian Vettel, Ayrton Senna, Alain Prost, Niki Lauda, etc.  Simplemente es un piloto con poca implicación en el desarrollo del monoplaza, únicamente preocupado por subirse e ir rápido sin percatarse de que el trabajo de un piloto no acaba cuando se baja del coche el domingo. Las cosas continúan y no puede delegar en los demás una parte de su trabajo. Por ello me chirría aún en una entrevista cuando militaba en Mclaren cuando le preguntaron por el desarrollo del coche. Su respuesta fue “lo que diga Pedro”. ¿Cómo que lo que diga Pedro?, ¿acaso un piloto oficial que se precie no se involucraría tanto como el probador para poner a punto el coche? Y más ahora Kimi que estos tester tienen muy pocos kilómetros en pista por culpa de las restricciones. Debería haberse fijado más en Fernando Alonso cuando en Silverstone se subió al simulador precisamente para facilitar el trabajo de De la Rosa a la hora de salir a pista. Eso sin contar sus reticencias a la hora de adaptarse a los continuos cambios de normativa.

Y si analizamos su año en Ferrari, cuesta decirlo pero se está ganando el despido a gritos. Las excusas de la poca competitividad no tienen cabida puesto que nadie le va a exigir ganar en un equipo con todo patas arriba y por barrer. Pero se le fichó por un motivo claro, tener a alguien que estuviera a la altura del asturiano, que le pusiera en jaque tanto en calificación como en carrera, hacerle sudar como lo hizo Hamilton en el tan cacareado 2007 y ¿qué nos encontramos? Un piloto de mucho cache y sueldo elevado que cada fin de semana es  vapuleado y humillado por Fernando Alonso, un piloto que no está entre los diez primeros del mundial a pesar de que mecánica tiene para ello, un piloto que se encuentra a casi un centenar de puntos de su compañero de equipo sin poder plantear excusa alguna. ¿Y por él despidieron a un Felipe Massa que a pesar de las críticas era más competitivo? Pues sinceramente, si Bianchi no hubiera tenido el accidente tenía que haber reemplazado si o si al finés. Pero con esa opción tristemente descartada a lo mejor si tenía que decir, “lo que diga Pedro”. Pero cada domingo en su lugar claro.  

Con Bianchi en el recuerdo

Mientras desde Japón un piloto lucha por su vida después de un grave accidente, en Rusia se han acordado de él con un bonito detalle de todos los pilotos y en las gradas incluso ondeaban banderas en apoyo al piloto galo. El #ForzaJules es algo más que un Trending Topic en las redes sociales. Es un sentimiento de todo el mundo del motor, una cosa que puede marcar un antes y un después. Y desde luego que la FIA ya va tomando buena nota, dado que el tema de recubrir los cockpit vuelve a estar candente, se habla de limitar la velocidad en zonas con bandera amarilla y en categorías inferiores vemos como a la mínima sale el Coche de Seguridad con paso cauteloso por la zona donde un monoplaza queda varado.

De la carrera poco se puede decir. Típica de tilkódromo curiosamente similar al Valencia Street Circuit, aburrida para el espectador y resultado previsible con primero los Mercedes y luego el resto. Eso sí, llamativo es la degradación tan baja que hemos visto en esta ocasión en la que Rosberg tuvo que entrar en la vuelta 1 y pudo aguantar el resto con las gomas duras. Algo que en otro Gran Premio hubiera sido una locura hacer pero en este no. La pista estaba limpia de las clásicas pelotas de goma producto del desgaste a la vez que los neumáticos blandos podían sobrepasar sin problemas el ecuador de la carrera.

El análisis del resto puede ser más bien escueto destacando en esta ocasión a un novato de los de zona trasera. Hablo de Marcus Ericsson, que el sábado quedó a una décima de meterse en Q2 y no sólo le está tomando el pulso a Kobayashi, sino también a la categoría. Por los demás, Williams recupera sensaciones después de Suzuka a pesar de que Massa no ha tenido un buen fin de semana, Ferrari se pierde cada día más en su particular desierto y Mclaren mejora a pesar de no gozar del mejor material posible de Mercedes. 

Jolyon Palmer, gloria o muerte deportiva

FOTO: www.motoryracing.com

Sin duda es un día feliz para Jolyon Palmer. Décimo campeón de la GP2 en sendas ediciones y lo ha hecho a lo grande, venciendo cuando aún queda por disputarse una prueba en Sochi y las dos de Yas Marina. Lejos queda aquella temporada de debut con un cero en su casillero y se puede decir bien alto y claro, Jolyon ha madurado mucho como piloto durante su etapa en GP2 y su triunfo ha sido con todo merecimiento. Ha sabido contener el magnífico estado de forma de Stoffel Vandoorne cuyo rendimiento está viniendo de menos a más y como piloto se le podría definir como alguien agresivo y a su vez paciente a la hora de meter el coche cuando toca meterlo. Por ello, en una categoría donde los toques y las banderas amarillas están a la orden del día, él ha mantenido el vehículo por lo negro y sin apenas investigaciones ante unos comisarios que quizás pecan en demasía a la hora de valorar la rigidez con la que aplicar el reglamento.
Cuando un piloto tiene un fin de semana con todo en contra, saliendo desde atrás un sábado y con opciones remotas de remontar se evalúa si tiene manos o no, si merece dar un paso más en su vida deportiva o no. Y sin duda alguna que Jolyon se lo merece, ya que él ha levantado esos fines de semana oscuros sacando petróleo donde no había, sumando puntos que serían vitales para el cetro final y ahí ha dado el callo.

Destacadas sus cualidades, ahora toca mencionar la parte negativa. Esa que está más fuera que dentro del alcance de Jolyon, y es su aterrizaje en la Fórmula 1.
El actual reglamento de GP2 impide repetir al que obtenga el cetro. Eso no le habrá importado mucho a los Nico Rosberg, Lewis Hamilton, Timo Glock, Romain Grosjean, etc. Pero los Giorgio Pantano, Fabio Leimer o Davide Valsecchi no opinarán lo mismo. Vencieron y ello supuso su defunción en el mundo de los monoplazas. Tuvieron que buscar la vida por otros lugares y aunque Jolyon Palmer afirmó hace meses que se encontraba negociando con varios equipos de la Fórmula 1, lo cierto es que la “Silly Season” de la próxima campaña está teniendo mucha competencia y el nombre del británico apenas suena en ninguna de las escuderías.  Con los derroteros que está tomando la actual Fórmula 1, probablemente valga más una buena cartera que su palmarés. 

Día post accidente

FOTO: Captura de pantalla donde se observa como ondea la bandera verde mientras retiran el monoplaza de Adrian Sutil.

Dos partes son las que merecen esta entrada de hoy. La primera es ineludible y no es otra que analizar el estado de salud de Jules Bianchi, llevado en la más estricta intimidad hasta que su familia llegue a Japón, ahí entonces tendremos los primeros comunicados y por tanto podremos hacer una valoración más aproximada de cómo se encuentra el galo. Pero dentro de la gravedad y el peligro que aún corre su vida, podemos ser positivos con los primeros avances al saber que respira sin ayuda de ventilación mecánica. Un gran paso para tan poco tiempo dentro de estas horas vitales antes de que (esperemos) inicie su recuperación probablemente al estilo Michael Schumacher.

La segunda parte de estas líneas que hoy me veo obligado a escribir es con la entrada a escena del debate sobre la actuación de los comisarios. Y conocidas ya las imágenes del brutal accidente y que yo no pienso reproducir aquí por su crudeza, he de decir que me parece una temeridad que se saque bandera verde con la grúa retirando aún el coche de Sutil. Un error que probablemente haya aumentado las posibilidades de que ocurriera lo que tristemente ha ocurrido.
Lo que también es muy probable es que esto marque otro antes y otro después. Por lo que me temo que la FIA volverá a tomar un camino erróneo privándonos más de las carreras en lluvia o sacando Safety Car en zonas donde a priori hay poco riesgo como la de ayer. Pues no señores, muy posiblemente las soluciones no pasen por ahí en previsión de intentar adivinar por dónde tirarán. La solución puede ser implantar una “slow zone” en los sitios de bandera amarilla limitando la velocidad de los pilotos a golpe de reglamento en lugar de que únicamente levanten el pié. Ya que ahí cada piloto aminorará más o menos según crea y sobre todo, proporcionar una mayor formación a los comisarios de pista con el fin de que no ondeen banderas verdes si hay un coche varado o siendo retirado.

Dicho todo esto, ojalá en las próximas horas empecemos a tener noticias positivas sobre Jules Bianchi. 

Cuando lo deportivo es lo de menos

Sencillamente, esta es de esas veces que apenas apetece dedicar unas líneas para analizar lo que ha ocurrido en un Gran Premio donde desde el principio algo parecía querer impedir que se trataran temas exclusivamente deportivos. Poco importa si el tifón quita protagonismo a los pilotos o que la noticia bomba de Sebastian Vettel abandonando Red Bull eclipse la pole de Nico Rosberg o el camino de un doblete más de Mercedes. Pero que tener que hablar de un accidente que tiene en vilo a toda la Fórmula 1 y por ende a todo el mundo del motor es algo que no nos gusta a nadie.
La verdad, pocos ánimos hay de analizar estrategias, rendimientos altos y bajos, errores o aciertos, etc cuando todos estamos pendientes de la vida de un piloto que además se erigía como uno de los más prometedores de cara al futuro y que algunos ya exigíamos como piloto Ferrari en lugar de Kimi Raikkonen.

 Todo se ha truncado para Jules Bianchi, quien tras suspenderse la carrera en Japón inició otra particular, que es la lucha por su propia vida. Ahora pilota por el mayor triunfo que jamás debe conseguir después de que el infortunio parezca haberse cebado con el equipo Marussia. Ya que a todos nos viene a la mente lo que le ocurrió a María de Villota.

Adrian Sutil fue el damnificado por el que se sacó la grúa maldita. Él ha declarado que tal vez la prueba debió pararse antes y quizás fuera así pero no por las condiciones de pista, sino por la imposibilidad de que el helicóptero volara. Dado que el resto es simplemente un cúmulo de desdichas como es salirse de pista justo en ese punto y empotrarse contra la grúa en lugar de ser frenado en otro lugar aledaño.

Son sucesos poco probables que ocurran y más en una competición que ha avanzado a pasos agigantados en materia de seguridad.  Pero aunque no lo queramos ver, el riesgo siempre está ahí. Lo único que podemos hacer ahora es mandar toda la fuerza y energía positiva a Jules Bianchi en esta batalla que ahora libra y de la que ojalá salga vencedor. 

Sebastian Vettel mueve su ficha

FOTO: Vettel probó el Ferrari que pilotó Gerhrard Berger. ¿una visión del futuro?

No es muy habitual escribir unas líneas en pleno sábado de calificación, con el análisis del Gran Premio aún sin poder realizarse, pero en esta ocasión es una obligación hacerlo puesto que las piezas de la “Silly Season” comienzan a caer por si solas.

Durante los últimos días se hablaba del peligro que corría este Gran Premio por la llegada de un tifón. Y el tifón ha llegado, pero no en forma de lluvia, inundaciones o ventisca. Se ha situado sobre nosotros con una gran bomba que nadie esperaba que saltara este fin de semana. Y es que Vettel abandona su casa, deja el equipo que le crió y por tanto de ser el espejo en que mirarse para todos aquellos que ahora forman parte del Red Bull Junior Team.

Demasiada información en tan pocos días y demasiados intentos de desviarnos la atención por parte de los pilotos. Ya que el propio Vettel anunciaba hace pocos días su intención de cumplir el contrato que le unía con la marca de bebidas energéticas de la misma manera que Fernando Alonso hablaba de los planes de Ferrari en 2015 a la vez que se negocia la rescisión de su contrato para previsiblemente regresar a Mclaren espoleado por el proyecto de Honda. En resumen, que tenemos una F1 en la que los aficionados tenemos prácticamente una obligación de saber leer cada declaración entre líneas, donde una negativa puede ser una confirmación encubierta y la “no negación” la afirmación de unos rumores que son algo más.

Las noticias vertidas desde Italia durante la jornada de ayer empiezan a encajar. Vettel deja Red Bull y su destino tiene pinta de teñirse de “rojo Maranello” para sustituir a un Fernando Alonso que ya habría dado el sí a Woking. Paradójicamente, podríamos decir que la imagen de Vettel rodando con el Ferrari que usó en su día Gherard Berger (foto) era una visión del futuro inmediato.
Con todo esto, en Red Bull no se han demorado en anunciar el ascenso de Daniil Kvyat al equipo grande dejando una vacante que podría ser para Carlos Sainz Jr. Y ojo a que no vengan más sorpresas. ¿Seguiría la oferta de Mclaren por Vettel en pie con la intención de juntarle con Fernando Alonso dejándonos con la boca abierta a los que le vemos en Ferrari?, ¿Qué será de Jenson Button y Kevin Magnussen?, ¿rescindirá Ferrari a Raikkonen por su rendimiento ascendiendo por fin a Bianchi?